El futuro se ve hoy, se construye hoy, se siembra ayer, se vive hoy, porque mañana será hoy cuando sea mañana, porque siempre es hoy.

Si hoy vivimos el futuro de ayer y ese hoy no está rodeado de una situación nacional bonancible, es porque en el hoy que fue ayer no se trabajó para el futuro que es hoy.

No se trata de un trabalenguas. Se trata de un ejercicio encaminado a que entendamos que si ayer no sembramos el futuro y hablamos de sembrarlo para que mañana, cuando sea hoy, podamos cosechar, habremos perdido el tiempo porque en vez de hablar lo que teníamos que hacer era sembrar.

¿Sembrar qué? Debemos sembrar confianza en el país, en sus fuerzas, en su potencial y desarrollar ese potencial con la siembra de ayer que era hoy en su momento, con el esfuerzo de hoy que es mañana en este momento, de este hoy que es futuro y pasado y presente, al mismo tiempo.

No se trata de filosofar, se trata de ser, de hacer, de continuar la siembra que se comenzó ayer cuando ayer era hoy.

Como parte de lo que ocurre en el futuro, hoy podemos y debemos calcular cuánto tenemos que pagar para amortizar la deuda eterna, que esta vez sí se pone color de hormiga su redención.

Manumitidos en 1947, con el pago de la deuda externa, tan pronto como pudimos volvimos a someternos a la esclavitud de la deuda externa.

Falta sembrar hoy el futuro para que mañana cuando el futuro sea hoy la cosecha nos libere de tutelas y acreedores.

Vivimos más allá de nuestras posibilidades, como las mariposas ante la luz, quemamos nuestras alas en el calor de las bombillas.

Es increíble cómo los gobiernos hipotecan la independencia, le ponen grilletes al hoy cuando toman préstamos que habrá que pagar otro hoy, porque siempre mañana es hoy.

Cuando una persona o una familia gasta más de lo que gana, vive de prestado, adquiere artículos y bienes que no necesita, la familia camina cuesta abajo.

Igual ocurre con los países. La vida es una carrera de obstáculos que no terminan en el camino hacia el hoy, hacia el futuro.

Cuando se produce un estancamiento en el camino, sólo se supera con trabajo, sacrificios, buen uso de los recursos.

No se ve una política dirigida a construir un futuro para mañana que será hoy, que convierta la siembra de ayer en un hoy con independencia, que en este caso significa libertad, especialmente la de un país que no sea tributario ni dependa de otro.