Mañana puede ser un buen día

Mañana puede ser un buen día

Mañana tendremos elecciones municipales. Una excelente oportunidad para contribuir a mejorar nuestra democracia, requiriéndose para ello ejercer sufragios guiados únicamente por conciencia y convicción; despojados de condicionamientos partidistas y económicos estructurados para sustentar clientelismos contaminantes.
Puede ser buen día para reprochar con el voto groseros abusos de recursos incurridos por el gobierno para trastornar voluntad ciudadana, ante autoridades electorales tímidas o tardíamente actuantes.
Buen día para escoger autoridades municipales mejores que las actuales, si las organizaciones partidistas han presentado opciones idóneas, calificadas, sensibles y eficaces.
Y si no las presentaron, repudiar esas organizaciones con votos de castigo, enfocándose en votar por los mejores candidatos, independientemente del partido postulante.
Buen día para evidenciar cuán insatisfechos estamos de quienes han degradado nuestra democracia y el sistema de partidos que debe sustentarla por disminuir sensibilidad, eficacia y eficiencias para resolver problemas colectivos y recuperar esperanzas perdidas. Y por instituir prevaricación para financiar prebendas clientelares mediante dinero, especies, empleo y “promeserismos”.
Buen día para reflexionar y convencer que vender el voto una sola vez cuatrienalmente es alejar por adelantado posibilidades de beneficiarse colectivamente del buen desempeño de autoridades que al ocupar investiduras con votos comprados, considerarán pagado el endoso recibido y liberados de compromisos con sus sufragantes.
Buen día para estrujarles en la cara a candidatos recurrentes de esa práctica viciada, castigándolos, votando contra ellos y demostrarles que no sucumbieron a las tentaciones contra su conciencia y dignidad aprovechándose de la perentoriedad de sus necesidades.
Puede ser buen día para que partidos y candidatos que recurren a prácticas demagógicas y clientelistas recapaciten y se percaten de que su propia incidencia nacional y prestigio irán resultando perjudicados vía el irrespeto y extinción de simpatías; como ha quedado demostrado con partidos que otrora resultaban determinantes de los destinos nacionales y ahora han quedado reducidos a buscadores de oportunidades
Buen día para que autoridades electorales vigilen, acopien y recopilen, documentadamente, casos de delitos y crímenes electorales en colegios-compraventa de votos, propaganda, etc -con miras a sancionar, no limitándose a lamentar o denunciar, a quienes incurran en ello para que este cáncer corruptor de la democracia no haga metástasis en el venidero certamen de mayo próximo.
Después de mañana, puede ser buen día para que los partidos evalúen objetivamente resultados de esta experiencia municipal precedente de procesos electorales nacionales para escoger gobernantes y legisladores; diagnosticando, para su propia conveniencia, subsistencia y pertinencia, en qué medida dichos resultados obedecen al desestímulo de malas políticas y prácticas partidarias.
Si no lo hicieran, llegará el día que nuevos esquemas llenen espacios vacíos dejados por esas malas prácticas del sistema político imperante.

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