Manchas  en la piel de las embarazadas

Manchas  en la piel de las embarazadas

La piel sufre múltiples y variadas transformaciones  durante el embarazo a causa principalmente de los cambios hormonales que se presentan  en esa etapa de la  mujer. La mayoría de las mujeres reconocen  que su piel podría presentar estos cambios, pero muy pocas saben cómo tratarse.

Lo primero, según explica el doctor Rafael Isa, director del Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz,   es hacer un diagnóstico, ya que las manchas pueden ser por diferentes razones, para luego poder indicar un tratamiento “todo esto se debe hacer en combinación con el ginecólogo, que es el responsable de la paciente”, explica.

Existen tratamientos tanto orales con tópicos que se le pueden suministrar a las embarazadas para contrarrestar las manchas,  siempre tomando en cuenta que no afecte su estado, explica el doctor, quien destaca que  el riesgo mayor está en lo primeros tres meses.

Manchas.  El melasma,  también conocida como manto del embarazo, es una de las manchas más comunes. Se trata de un trastorno de la piel que provoca su oscurecimiento en la zona central del rostro, especialmente en las mujeres de  tez oscura.

Alrededor del 70% de las mujeres la desarrolla y suele aparecer en la segunda mitad del embarazo. Su causa es hormonal sobre una predisposición genética, pero la exposición al sol sin la protección adecuada acentúa el problema. Es muy importante prevenir este tipo de manchas porque son irreversibles. Si bien es cierto que pueden tratarse con despigmentantes, láser u otras técnicas, no se asegura el 100% de éxito.

Otro tipo de manchas.  La cara no es la única afectada por las manchas, también en otras zonas del cuerpo, como el cuello, el ombligo e incluso los genitales, se forman pigmentaciones.

En el cuello son muy comunes unos puntitos rojos, conocidos como hemangiomas o puntos rubí, que suelen presentarse a partir del tercer mes. 

En medio del abdomen y en los genitales surgen pigmentaciones fisiológicas. Esas modificaciones de la piel se hacen evidentes al final del primer trimestre y perduran durante el embarazo, pero se trata de alteraciones esporádicas que desaparecen algunas semanas después del parto.

Estrías.  Son línea de piel atrófica, resultado de una ruptura de la dermis provocada por el estiramiento de la piel. Son muy comunes en la adolescencia y en el embarazo por los aumentos de volumen. En la adolescencia suelen salir en muslos, nalgas y pechos y las del embarazo aparecen primero en la pared abdominal y posteriormente en las mamas.

Son complicadas de prevenir y no tienen tratamiento posible. No obstante, se recomienda hidratar adecuadamente la piel con cremas especiales para esto y aceites.

Las manchas pueden prevenirse  evitando la exposición al sol, utilizando pantallas solares de alta protección recetadas por el dermatólogo con factor de protección solar (FPS) 50.

Las claves

1.  Oscurecimiento de la piel

En la mayoría de las embarazadas, los cambios hormonales ocasionan el oscurecimiento de aquellas regiones de la piel que ya son más oscuras que el resto.

2.  Partes del cuerpo 

Ese oscurecimiento es más contrastante en las pecas, lunares, aréolas (el aro pigmentado alrededor de los pezones), pezones, labios vaginales (tejido genital en la parte externa de la vagina) y cara interior de los muslos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas