POR STEPHEN CANNELLA
De CNNSI
Miguel Tejada pasa los últimos días del 2005 jugando pelota invernal con las Aguilas del Cibaeñas para ponerse en forma para el Clásico Mundial. También ha sacado tiempo para exigir un cambio a la organización de los Orioles de Baltimore, alegando que no se fortalecen.

Pero CNNSI quiere que adopte la siguiente resolución: ¡Mantener la boca callada!. Y que no hable más del tema durante el 2006.

El pasado jueves, Tejada reiteró su demanda de cambio, la cual había hecho hace unas semanas y que por momentos pareció desmentir.

“Ahora estoy más enfadado porque no están haciendo nada”, dijo Tejada en su país. Fue una declaración desafortunada por varias razones.

Primero, después de atacar a los Orioles se produjo la firma del catcher Ramón Hernández, una persona que se le considera muy cercana.

Segundo, los Orioles en su afán por fortalecerse agregaron al jardinero Jeromy Burnitz, pero eso no parece complacer del todo a Tejada.

Tercero, los Orioles no se muestran muy apurados en cambiarlo, aunque se ponderan posibilidades de enviarlo a Boston por Manny Ramírez o en su defecto a los Cubs de Chicago por Mark Prior.

Y cuarto, lo más importante, hay un asunto importante que debe tomar en cuenta el jugador que firmó por 72 millones de dólares antes del 2004.

Se trata de que al firmar con los Orioles debía entender que ese conjunto venía de seis campañas corridas perdiendo y que mejorar tomaría tiempo.

Baltimore firmó a Tejada para construir un equipo a su alrededor, no a alguien que torpedeara esos planes de desarrollo. De manera que tranquilizate Miguel: Los Orioles han estado en cerca del precipicio durante una década y tienen demasiados problemas.

Tu de manera feliz aceptaste llegar a esa organización en problemas cuando te hicieron la oferta de contrato por US72 millones.

Honra tu contrato, y si en el 2008 ves que las cosas no progresan, entonces sí se podrán escuchar todas tus quejas sobre el equipo.