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POR ISAOLYM MIESES
El proyecto Manejo de Residuos Sólidos de Desechos de Granjas Avícolas (PROAVI) está ubicado en el paraje Gurabo Adentro, en el municipio de Mao, provincia Valverde. Con una duración de un año, tiene un monto general de RD$ 4,029,500, con un aporte del FIPA de RD$ 1,960,600 y por parte de las entidades ejecutantes RD$ 2,069,500.
La producción y comercialización de este producto tiene como fin contribuir a la reducción de la contaminación ocasionada por desechos sólidos de granjas avícolas y su propósito es el establecimiento de una unidad sostenible de conversión de desechos sólidos de granjas avícolas en fertilizantes orgánicos comercializables.
Las entidades ejecutantes son la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y la Cooperativa de Servicios Múltiples de Productores Bananeros (COOPBANA).
El proyecto forma parte del paquete de proyectos de producción con enfoque ecológico que son financiados por el FIPA, uno de los componentes del «Proyecto de Fortalecimiento de las Políticas para la Protección Ambiental (IEPEP/USAID)», el cual es ejecutado conjuntamente por la consultora internacional Resources Group (IRG) y Alianza ONG. El proyecto cuenta, además, con apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente.
Osvaldo Tineo, gerente general de COOPBANA, dijo que la industria avícola genera alrededor de 10 millones de kilogramos de residuos, vertidos sin tratamiento sobre terrenos agrícolas y correntías.
Actividades principales
Explicó que este proyecto tiene como actividades principales la puesta en funcionamiento de la planta de elaboración de abono orgánico, así como «el desarrollo de los abonos orgánicos requeridos según formulaciones estandarizadas, focalizado principalmente a productores de banano de exportación».
Igualmente, explicó Tineo, actualmente se está comercializando un volumen de 6,000 quintales del producto. Por otro lado, se ha ofrecido entrenamiento a 80 productores en el uso eficaz de abono orgánico.
Explicó que uno de los principales problemas encontrados durante la ejecución del proyecto fue que los precios de los insumos para la construcción de la planta arrojaban incrementos de hasta 200 por ciento para ciertos artículos, en relación a los precios presentados en la formulación del proyecto.
Dijo que para resolver este problema fue preciso identificar, mediante la consulta con diferentes profesionales de la ingeniería, otros tipos de construcciones y materiales utilizados en construcciones similares, con la resistencia y funcionalidad adecuados y accesibles al presupuesto.
Como parte de las estrategias implementadas, explicó, se constituyó un comité de compras para establecer una relación directa con los suplidores, así como la supervisión técnica de uno de los beneficiarios que es ingeniero civil.
«Con esta opción nos ahorramos aproximadamente entre un 35% a 40% del valor de la construcción, específicamente en el uso de equipos pesados, materiales de relleno, supervisión técnica, gastos administrativos, dietas y transportes». Como resultados destacables, también citó la construcción de una nave con columnas de hormigón y tuberías de hierro negro techada de aluzinc con un área de 360 metros cuadrados.
Proceso de Producción
En la formulación del proyecto se definió el proceso de producción de abonos por molienda y mezcla de nutrientes en cantidades preestablecidas. Sin embargo, los productores prefieren abono con proceso de producción mediante fermentación o bocashi.
Debido a esta razón fue necesaria la implementación de un proceso de reuniones técnicas con productores de bananos y especialistas de suelos y microbiología de la JAD para discutir las diferentes opciones.
«Como parte de este proceso se realizaron tres visitas a fábricas de abono orgánico con proceso de fermentación», dijo.
Tineo también explicó que se adoptó el proceso de fermentación con aditivos naturales que aceleran o catalizan la fermentación, como son el suero de leche de vaca y microorganismos eficientes (EM). Es posible acortar el tiempo de fermentación de 28 días a 14 días.
Destacó que se conformó una empresa productora de abono orgánico con autonomía gerencial y financiera con el nombre y registro de BANAORGANICA CXA. Esta registrada en la Secretaría de Industria y Comercio y con certificación orgánica de la Skal Internacional.
En cuanto al proceso participativo, el aspecto que se ha trabajado con beneficiarios es el sentido de pertenencia.
Es decir, que esta empresa es de su propiedad y es con fines de generar beneficios para todos sus participantes.
