Manejo tema migratorio con Haití amenaza la reputación de la RD

Manejo tema migratorio con Haití amenaza la reputación de la  RD

Agentes de Migración de República Dominicana mientras conduce un haitiano en presunta condición ilegal (fuente externa).

Economista sostiene que la gestión de la frontera ha sido deficiente y que los gobiernos se suscriben a redadas

El manejo de la migración se ha convertido en una amenaza para la reputación internacional de la Republica Dominicana debido a que ha tenido una mala gestión de la frontera que se traduce en redadas y deportaciones que generan incentivos al desorden migratorio, pues muchos deportados retornan al país en cuatro días.

El planteamiento es de Humberto Cristian, economista de la Unidad de Estudios de Haití del Centro de Estudios Padre Alemán de la PUCMM. Para su conclusión cita el ranking de “marcas nacionales” de la empresa IPSOS, República Dominicana aparece en la posición 49 de un listado de 60 países evaluados, con una puntuación de 53.82.

Explica que este índice se basa en seis categorías: exportaciones, gobierno, cultura, inmigración, inversión, personas y turismo, mayoría de aspectos en que la reputación del país ha mejorado.

Cristian considera que el manejo de la frontera con Haití en los últimos 30 años ha sido ineficiente e ineficaz porque no ha logrado contener el tránsito de personas que buscan medios de vida y atenciones médicas de las cuales carecen en su país.
Subraya que al no haber funcionado la gestión de la frontera, el país se ve abocado a acciones de contención y corrección de la migración.

Reconoce que el país tiene derecho a aplicar su ordenamiento legal, pero entiende usa métodos contrarios a su ordenamiento jurídico y a los compromisos internacionales. Apunta que esto obliga a la toma de acciones defensivas y a replicar acusaciones que no se hubiesen producido de haber aplicado un control eficiente de la frontera, lo que pone a la República Dominicana en una situación de vulnerabilidad al ataque de países, ONGs, organizaciones internacionales , y lobistas al servicio de intereses particulares.

“Esto no hace más que afectar la reputación internacional de la República Dominicana, y limita su credibilidad al reclamar soluciones a la crisis haitiana ya que es conocida la singularidad de la gestión de la frontera y el uso intensivo de la mano de obra haitiana por razones de rentabilidad y plusvalía”, apunta.

Afirma que la buena gestión de la frontera constituye una ventana de oportunidades para ambos países.
“Al asumir una gestión seria y responsable de la frontera, la reputación de la República Dominicana crecerá y su voz se hará oír con mucha mayor claridad al reclamar ayuda para el tema migratorio y los problemas que ahora enfrenta nuestro vecino”, concluye Cristian en su análisis sobre Haití.

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