Los sicólogos han estado intensamente interesados, por décadas, en las dos maneras de pensar que ejercemos los humanos, designándolas de diversas formas. Daniel Kahneman en su libro: Thinking, Fast and Slow, (Pensando, Rápido y Despacio), las llama sistema 1 y sistema 2. Sistema 1, opera automáticamente y rápido, con poco o ningún esfuerzo y sin sentido de control voluntario. Es una acción rápida, refleja, que tiene su razón de ser frente a un peligro inminente cuando nos salva la vida pero frecuentemente en las relaciones humanas normales, nos lleva a responder equivocadamente.

El sistema 2 pone atención al esfuerzo que la actividad mental requiere, incluyendo cálculos complejos. Está normalmente asociada con la experiencia subjetiva de escogencia y concentración. Estas respuestas son más lentas que las del sistema 1.

Si el sistema 1 encuentra dificultades, llama al 2, para que lo ayude a procesar los datos de manera que el problema se pueda resolver. En resumen, el mayor número de veces en que interviene el sistema 2 se origina en el 1; el 2 se hace cargo en casos difíciles y generalmente tiene la última palabra. El sistema 2 está a cargo del autocontrol, suele sobreponerse a las impulsivas conclusiones del 1.

El sistema 1 es generalmente víctima de las ilusiones, de las ficciones, sean ésas gráficas o cognitivas. Kahneman, Premio Nobel de Economía y de los fundadores de la economía laboral, pone muchas ilusiones y problemas para demostrar su punto. Un ejemplo: Si un bate y una bola cuestan $1.10 y el bate cuesta un peso más que la bola ¿cuánto cuesta la bola? Que el lector resuelva el problema.

Este es el tipo de problema, así como otros más complicados suele ponerse para separar buenos de muy buenos, en el caso de pruebas de clasificación de estudiantes o de personal para ciertos planes o trabajos. Para saber si la persona usa el sistema 2. En general, advierto: “si luce muy fácil, probablemente es un gancho o si es un negocio, casi seguro irá mal.” Este principio orienta, evita muchas tonterías y ayuda a mejores calificaciones. A la luz de Kahneman: “Si luce muy fácil, llama al sistema 2”.

A medida que la persona desarrolla pericia en un tema, sus demandas de energía disminuyen; menos regiones del cerebro entran en actividad. El talento tiene un efecto similar. Personas altamente inteligentes necesitan menos esfuerzo para resolver el mismo problema; si hay varias maneras de lograr el mismo fin, la gente eventualmente tenderá hacia el camino del menor esfuerzo. En la economía de la acción, esfuerzo es costo y la adquisición de pericia es movida por la relación beneficio-costo. La holgazanería está programada en nuestros genes.

Una capacidad crucial del sistema 2 es que permite programar la memoria para obedecer una instrucción que se sobreponga a la respuesta habitual del sistema 1. De esa manera, salta una alarma, evita la respuesta automática, facilita tiempo para pensar, digerir, calcular, sopesar, responder o resolver. Pero requiere entrenamiento.

Sin embargo, experimentos han demostrado que la capacidad del sistema 2, descrita en el párrafo anterior, no es permanente. Cuando la persona se forza al autocontrol se cansa, la próxima vez tiene menos disposición a controlarse; este fenómeno se denomina agotamiento del ego (ego depletion). Es lo que pasa cuando uno, la primera vez, se resiste a comer un rico chocolate o dulce y en su lugar ingiere comida saludable, la segunda vez, este “sacrificio” costará más y así sucesivamente, finalmente es posible que se coma el chocolate. Los resultados de este experimento realizado por el grupo Roy Baumeister, son contrarios a lo que siempre se oye: “uno se acostumbre a todo”, queriendo decir que uno se acostumbra a rechazar el chocolate. Que no es el caso.

El más sorprendente descubrimiento del grupo Baumeister, según lo reporta Kahneman, es que la idea de energía mental no es una metáfora. El sistema nervioso consume más glucosa que la mayoría de las otras partes del cuerpo, una intensa actividad mental es especialmente costosa en términos de glucosa. Ésta es una de las monedas de la energía del cuerpo humano.

La respuesta es la bola cuesta: $0.05, no $0.10. Un par de ecuaciones nos convencerán: x + y = 1.10, si y=1.00+x, entonces reemplazando, x+1.0+x=1.10, así que: 2x=1.10-1.0 / x=0.05= la bola.