Hay muchas críticas sobre la capacidad negociadora del comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred. Hay quienes piensan que supuestamente es “Flojo” en esa gestión. Que habla sin tener “cabos atados” y que crea falsas expectativas.

El sábado pasado, basado en lo que había dicho, parecía que se iba a llegar a un acuerdo. Al final, los jugadores se declararon decepcionados con la nueva propuesta de los dueños. Desde ahora, cada día perdido será fatal para ambas partes.

Contrario a los jugadores, que veo que algunos han opinado, veo a los dueños de equipos “relajados”, como si el pleito no fuera contra ellos. A favor de los peloteros debo decir que mientras un grupo ha logrado contratos históricos, la fortuna que deja Grandes Ligas no está bien distribuida abajo y ahí es que está el tranque.

Rob Manfred nos dice que no peligra la apertura para el 31 de marzo. Sin embargo, tomando en cuenta el tiempo que necesitan los peloteros para completar su rutina de preparación, esa fecha está a punto de colapsar.

Para jugadores veteranos este retraso es fatal, principalmente para aquellos que no han firmado. Aunque la regla universal del bateador designado abre más puestos de empleo, esos cuerpos de más de 40 años se pueden oxidar.

La apertura de los campamentos de entrenamiento primaveral está fijada para esta semana, por lo que el calendario se ha convertido un tema preocupante para ambas partes.