Todos, absolutamente, hemos disfrutado el delicioso sabor de un mango. Y como es tan amplia la variedad, cada quien tiene su favorito: banilejo, “haitiano”, maguey, chilo, zumoso, cenizo, maracatón, mameyito o cualquier otra especie de esta fruta de pulpa carnosa. El mango proviene de Asia, especialmente de la India, donde se considera que, tanto el fruto como el árbol, tienen propiedades mágicas.

Propiedades y aportes nutricionales.  Además de su alto contenido de agua y su exquisito sabor, el mango está cargado de nutrientes. Tiene suficiente vitamina C para suplir la necesidad diaria de este compuesto, y  es rico en hidratos de carbono y carotenoides que, al ser ingeridos, se convierten en vitamina A. Este fruto también aporta vitaminas E, B1, B2 y B5, calcio, fósforo, magnesio, niacina, riboflavina, hierro y potasio.

Pero su lista de bondades no se limita a enumerar los nutrientes que posee, porque entre otras cosas el mango provee energía, ayuda a la digestión de grasas, contribuye a la producción de hemoglobina y mioglobina, mantiene normales los niveles de glucosa en la sangre, la salud de las neuronas, ayuda a la formación de hormonas sexuales y a la salud de la piel. 

Cocinando con mango

Esta fruta es muy versátil en la cocina, por la gran variedad de texturas, colores y sabores de las distintas especies.

En la mayoría de los casos, se consumirá solo, hay muchas personas que incluso le quitan la cáscara con los  dientes. Pero más allá de esta forma sencilla de comerlo, el mango se presta para preparar las más variadas recetas.

A base de mango podemos hacer batidas, cocteles, macedonias, mermeladas y otros postres. Algunas recetas más osadas lo combinan con carnes y embutidos o preparan con el salsas como el chutney.

La forma de comerlo varía de país en país. Los costarricenses conocen como mango “cele”  aquel que aún está tierno con la cáscara completamente verde, y suelen comerlo  cortado en cubitos y condimentado con sal y limón. Con el mango cele también hacen jugos, helados o en una curiosa combinación con chile y dulces como la leche condensada.

Lo mejor es comer el mango cuando su piel está dura y sin manchas, aunque la existencia de manchas no necesariamente indica que esté dañado.

Cuando alcanzan la madurez, los mangos deben consumirse lo más rápido posible. Si quiere conservarlos por algún tiempo antes de que maduren, puede colocarlos verdes en la nevera. El mango maduro se conserva mejor en ambientes frescos y secos, y si quiere acelerar su maduración puede cubrirlos con papel de periódicos.

Recetas

Crema de mango

2 1/2 tazas de jugo de mango concentrado

1 lata de leche condensada

1 lata de crema de leche de 150 gramos

1 1/2 cucharada de gelatina sin sabor disuelta en media taza de agua caliente

1 1/2 de taza de mango picado

Preparación.  Mezcle en la licuadora el concentrado de mango, la leche condensada, la crema de leche y la gelatina sin sabor. Sirva en copas alternando la preparación anterior con la fruta picada. Refrigere por dos horas y sírvala bien fría.

Cheesecake de mango

1 paquete de cream cheese (queso crema)

4 huevos enteros

1 taza de pulpa de mango

1 cucharadita de vainilla

Media lata de leche evaporada

5 cucharadas de azúcar

1 cucharada de agua

Preparación.  Para preparar el caramelo,  lleve la cucharada de agua y el azúcar a una cacerola y ponga a calentar hasta que se forme el caramelo. Luego vierta en el molde. Mientras, lleve todos los ingredientes a la licuadora y bata. Cuando la mezcla esté lista échela en el molde previamente cubierto con caramelo y ponga a cocinar en baño maría. Luego lleve al horno por una hora a 350 grados.