Si los miembros de la Antigua Orden Dominicana quieren protestar, con todo derecho, contra la inmigración ilegal haitiana, que consideran una amenaza para nuestra soberanía y dominicanidad, no deberían limitarse a la “marcha patriótica” que tienen programado realizar este domingo, 30 de marzo, hacia el Hoyo de Friusa, que la alta concentración de haitianos en condiciones migratorias irregulares han convertido en un referente del fracaso del Estado dominicano para aplicar una política migratoria acorde con nuestros intereses y necesidades frente a nuestros vecinos. Pero también, y esto es todavía mas importante, en la prueba mas patente y dramática de la dependencia de la industria turística, piedra angular de la economía dominicana, de la mano de obra haitiana.
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Por eso digo que todos esos patriotas, al igual que los políticos que por oportunismo se sumarán a esa marcha, que mas que una imprudencia, como la calificó el presidente del Senado Ricardo de los Santos, es una provocación, deberían llevar también su protesta hasta el Ministerio de Defensa, donde podrían exigirle a los guardias un mayor rigor en la custodia de la frontera para evitar que los haitianos entren con tanta facilidad.
Esos haitianos que residen en el Hoyo de Friusa, como deberían saber los miembros de La Antigua Orden Dominicana y los que le están haciendo el coro, no cayeron del cielo; llegaron allí y se quedaron porque les dieron trabajo, les permitieron asentarse, levantar sus casuchas, crecer y multiplicarse libremente no obstante su condición migratoria irregular, de conocimiento de las autoridades “competentes”.
¿Por qué no marchan contra los empresarios y productores que contratan haitianos ilegales y no solo en Bávaro sino también en el Valle de San Juan, en la Línea Noroeste y en la cuenca del Yuna, para no ponerlos a recorrer el país entero? Siempre ha sido más fácil coger los mangos mas bajitos, y es evidente que los patriotas de La Antigua Orden Dominicana lo saben.