Mangos bajitos

Mangos bajitos

Claudio Acosta.

Mangos bajitos.- Tanto agitaron, presionaron, y cabildearon los empresarios que finalmente le tumbaron el pulso al Gobierno, que accedió a gravar la “competencia desleal” que representan las compras por Internet por un monto menor a los doscientos dólares, que a partir del próximo 15 de agosto deberán pagar los derechos e impuestos aduaneros que corresponden. Por supuesto, se trata de otro golpe bajo a la clase media, que no tiene quien la defienda de la voracidad fiscal de gobiernos sin imaginación ni voluntad política para hacer que quienes paguen más impuestos sean los que más tienen y más ganan. Y como los políticos que nos han gobernado durante las últimas décadas prefieren, porque es más fácil y cómodo, comerse los mangos bajitos, es decir atiborrar de impuestos a los pendejos que siempre pagan porque no tienen otra alternativa, los empresarios –también por comodidad– han decidido imitarlos. Como quien les escribe no es abogado, ni economista ni experto en asuntos impositivos y tributarios no quiero opinar sobre si una resolución de la Dirección General de Aduanas puede anular, como en este caso, un decreto presidencial, o si viola los tratados de libre comercio suscritos por el país. Tampoco vale la pena discutir el peregrino argumento de los empresarios de que esas compras atentan contra la equidad fiscal (¿y las exenciones de las que se han beneficiado durante años no?), porque no resiste el examen de la lógica y el sentido común. Pero quiero aprovechar la ocasión, o mejor dicho la indignación que me provocó enterarme del palo acechao de Aduanas, para dejar la siguiente pregunta en el aire, confiando en que nos sirva para reflexionar y, si tenemos suerte, también para averiguar porqué le permitimos a los políticos que nos sigan jodiendo la vida y que, para colmo, se hagan ricos en el intento. ¿Hasta cuándo seguiremos aguantando callados golpe tras golpe, abriendo la boca tan solo para quejarnos?

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