Manifestación propalestina en París bajo rigurosa vigilancia

Manifestación propalestina en París bajo rigurosa vigilancia

PARÍS. Miles de manifestantes propalestinos empezaron a marchar en calma el miércoles en París, una marcha que se realiza bajo rigurosa vigilancia, pocos días después de los disturbios y actos antisemitas registrados en ocasión de marchas prohibidas.

Además de la de París, se realizaban manifestaciones en Lyon (este), Toulouse (sur) y Lille (norte), convocadas por partidos de izquierda, sindicatos, asociaciones de defensa de los derechos humanos y organizaciones propalestinas para reclamar «el cese inmediato de los bombardeos de Gaza», «el levantamiento del bloqueo ilegal» de ese territorio palestino y «sanciones inmediatas contra Israel por no respeto del derecho internacional».

En París, los manifestantes – algunos de los cuales llevaban banderas palestinas, otros el tradicional keffieh y otros pegatinas con la frase «boicoteemos a Israel» – empezaron a desfilar a últimas horas de la tarde.

Una inmensa bandera palestina fue tendida sobre la multitud. «¡Israel asesino, Hollande dimisión!» y «¡Viva Palestina, viva la resistencia», gritaban los manifestantes.

Samira Cheblal, empleada del sector médico, declaró que vino a manifestar para decir «basta a las matanzas de niños y de civiles». Contrariamente a otros países de Europa, en los que las manifestaciones propalestinas reúnen miles de personas sin provocar polémicas, en Francia la oposición a la ofensiva israelí generó una controversia sobre la prohibición por las autoridades de varias de ellas y sobre el aumento del antisemitismo.

Criticado por su izquierda y por una parte de la oposición de derecha por haber actuado como «bombero pirómano» al prohibir esas manifestaciones, el gobierno socialista defendió su posición, sosteniendo que su decisión fue necesaria para mantener el orden público e impedir un «vertido de odio, en particular antisemita, en las calles», en palabras del ministro del Interior Bernard Cazeneuve.

El presidente François Hollande afirmó que el Estado tiene el deber de «hacer respetar el orden republicano y rechazar las consignas que expresan odio». Por su parte, los detractores del gobierno recalcan que las manifestaciones que no fueron prohibidas se realizaron sin que hubiera violencia.

El propio Cazeneuve reconoció que las 60 manifestaciones autorizadas recientemente no plantearon problemas, mientras que dos de las cuatro prohibidas dieron lugar a choques entre manifestantes y policías y a actos antisemitas, como fue el caso el domingo en Sarcelles (periferia de París), donde fueron saqueadas tiendas judías.

Al preguntársele sobre el papel de la Liga de Defensa Judía (LDJ), grupo radical acusado de provocaciones en una de las manifestaciones propalestinas, el ministro condenó sus «actos reprensibles». Esa organización, emanación francesa de la Jewish Defense League, fue calificada de «grupo terrorista» por el FBI en 2001 y está prohibida en varios países.

El 13 de julio, algunos de sus miembros se enfrentaron con militantes propalestinos cerca de una sinagoga al terminar una manifestación de solidaridad con Gaza.

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