El Senado de la República se apresta a escoger este jueves los cinco miembros de la Cámara de Cuentas de entre quince personas preseleccionadas y agrupadas en cinco ternas por la Cámara de Diputados.
Algunos nombres propuestos por la Cámara de Diputados mueven a una gran preocupación y generan una alta tasa de rechazo.
«Hablamos de miembros prominentes y activos de partidos políticos, o una persona favorecida por el nepotismo practicado por un controvertido ministro del pasado gobierno o el cónyuge de una miembro de la actual Junta Monetaria», indica Manifiesto Ciudadano.
Agrega que, también aparecen personas del pasado que desde las funciones públicas ocupadas no pueden exhibir ningún aporte tangible a favor de la transparencia y la lucha contra la corrupción. Más bien evocan las más bajas y aberrantes prácticas políticas de antaño. Esas prácticas de las que como país estamos tratando de superar.
¿Qué rol que no sea el de perpetuar el reinado de la impunidad juegan esos candidatos?
Resaltan que el Senado debe hurgar y seleccionar de entre las ternas, aquellas personas, que sí las hay, que han demostrado tener un compromiso con la transparencia. Con una trayectoria intachable. Con la formación, habilidades, preparación y capacidades para el desempeño de las delicadas labores que tendrán bajo su responsabilidad. Que no tengan ningún vínculo económico, político o de familiaridad con los actores políticos pasados o presentes. Necesitamos personas confiables y honestas que sean los ojos y la conciencia del Congreso Nacional, el Poder Judicial y toda la ciudadanía.
» Cámara de Cuentas está llamada a jugar un rol determinante en el manejo pulcro de los recursos públicos por ser la encargada de la fiscalización y el control externo de todas las entidades estatales. Si la Cámara de Cuentas continúa siendo cómplice o mera espectadora, el Ministerio Público no dispondrá de los medios de pruebas idóneos para conformar expedientes acusatorios sólidos y perseguir las distintas modalidades de prácticas corruptas ante los tribunales. Continuará reinando la impunidad y veremos frustradas todas las aspiraciones y esperanzas de un prometido cambio. El mejor ejemplo de lo que debemos superar son las auditorías a las obras de Odebrecht. Ni siquiera ante la confesión de la empresa sobornante de la comisión de actos criminales la Cámara de Cuentas ha sido capaz de realizar una auditoría fehaciente», explica.
Asegura que muchas dominicanas y dominicanos aún no entienden la importancia de la Cámara de Cuentas. Este desconocimiento ha sido aprovechado históricamente por los partidos políticos que han dominado el Congreso para conformar Cámaras de Cuentas a la medida de sus intereses, cuyo rol ha sido hasta ahora certificar las malversaciones de fondos, las sobrevaluaciones y los enriquecimientos ilícitos.
«La Cámara de Cuentas ha sido históricamente irrelevante para el proceso de transparencia, rendición de cuentas y control de las finanzas públicas. Por el contrario, solo se han destacado por ser objeto de constantes críticas y por los escándalos en los que se ha visto involucrada por su mal accionar, lo que ha motivado juicios políticos y más recientemente allanamientos sin precedentes. No puede tolerarse más que los mejores momentos de la Cámara de Cuentas hayan sido cuando su rol se ha limitado a no hacer nada.
Esto tiene que parar y tiene que parar ahora. La actual crisis y los niveles de compromisos de nuestras finanzas no permiten el escape o la distracción de fondos. Es inaceptable que el Senado repita la práctica tradicional de acomodar la matrícula de la Cámara de Cuentas a los intereses políticos hegemónicos», destaca.
El principal reclamo de la ciudadanía, que optó por la renovación de la matrícula congresual, se resume en la consigna: “cárcel a los corruptos, cancelación de los contratos fraudulentos y recuperación de lo robado.” Si el Senado, conformado mayoritariamente por el partido que también encabeza el Poder Ejecutivo, no elige una Cámara de Cuentas profesional, independiente, apartidista, ética y eficiente, faltará al principal reclamo ciudadano y a la principal promesa de campaña de avanzar en la erradicación de la corrupción y la impunidad.
«Reconocemos que en este momento confluyen varios temas de gran trascendencia como el de la pandemia, la vacunación y otros más, pero la ciudadanía está pendiente de sus prioridades y está consciente y vigilante que el virus de la corrupción es el más ancestral, endémico y letal de todos. Éste solo se combate con transparencia, rendición de cuentas, con instituciones sólidas y un implacable y justo régimen de consecuencias. No aceptaremos otra cámara de cuentos».
Manifiesto Ciudadano es una iniciativa que reúne a más de cien (100) organizaciones y personalidades de distintas regiones del país del ámbito religioso, académico, profesional, empresarial, sindical, campesino, movimientos sociales y de la sociedad civil.
Alguno de los que se han suscrito a este documento enviado:
- Fernando P. Henríquez
- Manuel Robles
- Steve Cabrera
- Mario Bergés
- Guadalupe Valdez
- César Rodríguez Muñoz
- Francisco Abate
- Jorge Aguayo
- Sonia Díaz Inoa
- Hamilk Chahin
- Altagracia Salazar
- Fabián Melo
- Francisco Álvarez Valdez
- Noel Giraldi
- Julio Holguín
- José Natalio Redondo
- Mary Fernández Rodríguez
- Mariasela Álvarez
- Luis Daniel Sosa
- Fernando I. Ferrán
- Claudia Capano
- José Joaquín Puello Herrera
- Carlos Abate
- Betty Del Villar Pichardo
- Rafael Toribio 26. Heiromy Castro
- Iván Ruiz
- Camila García Durán
- Fausto Rosario Adames
- María Teresa Cabrera
- Emil Domínguez
- Celso Marranzini
- Franco Oliva
- Jorge Luis Polanco
- Jhonatan Liriano
- Natalia Mármol
- Francisco Torres
- Jairon Severino
- Jacoba Hasbún
- Leonardo Perozo
- Juan Antonio Peralta
- Eduardo Ogando
- Karily De la Cruz
- Andrés L. Mateo
- Juan Francisco Peña
- Ramón E. Colombo
- Paula Disla
- Delmis Hichez
- José Rodríguez
- Víctor Castro
- Bartolomé Pujals
- Susi Gatón
- Cosette Álvarez
- Susi Pola