Manipulación de la pobreza; un juego indeseable en tiempos electorales

Manipulación de la pobreza; un juego indeseable en tiempos electorales

Manipular a los pobres es fácil cuando no se lleva más de medio siglo de hambre e injusticias sociales, cuando de los 365 días del año 364 pasando hambre, penurias, humillaciones, vejaciones, discriminaciones, indiferencias, maltratos, injusticias, desempleos, falta de salud, educación, oportunidades y una calidad de vida adecuada por debajo de lo que pudiera ser, que cambiaría del cielo a la tierra si se gobernara realmente para los pobres.

Muy peligroso tratar de llenar el vaso rebosado hasta la coronilla, el pueblo dominicano no es estúpido, la tuerca no se puede seguir apretando, la ignorancia tiene un límite y la paciencia está mega saturada.

La manipulación de las masas electorales era mucho más fácil cuando sólo existían dos o tres medios de comunicación, monopolizaban las informaciones en una época donde sobraban los ignorantes y nadie conocía sus derechos humanos y sociales, ahora sobran los medios alternativos generadores de conciencia nacional, jugando un rol protagónico al servicio de los pueblos con orientaciones justas, razonables que generan pluralidad en la diversidad de opiniones que permiten mayor discernimiento en los electores a la hora de ejercer el voto.

Los engaños recurrentes de los principales activistas políticos a través de los medios de comunicación de mayor importancia ya no resultan efectivos por la gran cantidad de vías  y medios para recibir informaciones no manipuladas y confiables.

Ahora la población espera tranquila, paciente, las abusivas propuestas de candidatos presidenciales que de repente se dan cuenta de todas las necesidades de un pueblo que no aguanta una estocada mas, las promesas como siempre abundarán sobre la base de estudios técnicamente realizados en cada provincia, municipio, distrito municipal, sección, paraje o localidades apartadas del desarrollo y la civilización.

Los usos de recursos con fines políticos y electorales fluyen desde ahora y hasta el 20 de mayo 2012 al precio más alto que pueblo alguno pueda pagar, ahora los grupos focalizados organizados y activos, socializan debates de gran contenido social que ayudan a comunidades con mayores índices de analfabetismo a entender el por qué de cada oferta electoral, otro medio a favor de los pueblos para evitar la manipulación y los viles engaños a una sociedad menos confusa, cada vez más consciente de su papel, dispuesta a no dejarse engañar.

Para captar a las masas y cambiar la percepción de los votantes o variar la opinión pública en función de obtener el favor del voto, no basta con funditas o raciones de alimentos, más de un millón seiscientos mil tarjetas solidaridad falsas o verdaderas en manos de los más pobres, no basta con operativos médicos, activismo por aquí o por allá, ahora es diferente, la conciencia nacional ha despertado, el más pobre reconoce sus derechos y los exige, puede hacer un debate con otros y tener planteamientos concretos para refutar ideologías contaminadas por la manipulación.

Manipular la voluntad electoral no será tan fácil, sobre todo cuando se trata de afectar permanentemente los intereses de un pueblo carente de servicios y atenciones primarias, elevados niveles de inseguridad social, desempleos, falta de oportunidades, carencia de salud, educación, vivienda, transporte, energía eléctrica, agua potable, diversión familiar, alimentos, entre otros servicios elementales para la existencia humana.

Los candidatos saben que no basta con un simple discurso, los electores han perdido la fe, No creen en planes y proyectos discursivos creados para variar la intención del voto o para sorprender a los indecisos e indiferentes a tomar una decisión violenta, rápida sobre por quién deben votar para lograr la presidencia de la República y  gobernar por un cuatrienio sin importar las promesas y los sueños vendidos y comprados por una nación siempre engañada y marginada por el poder político y la indiferencia de nuestros gobernantes quienes hasta hoy sólo han aspirado a legitimar con los votos validos y los no validos emitidos en las elecciones; tan pronto y como se da a conocer el partido ganador, comienzan nuevos planes pero sólo para los nuevos inquilinos del palacio nacional.

Desde Rafael Leónidas Trujillo a la fecha la sociedad dominicana no ha resuelto sus problemas fundamentales, siempre los mismos reclamos con la diferencia de que hoy existe una población numerosa, lo que indica mayores esfuerzos y voluntades para dar respuestas a lo básico y elemental de las exigencias de la población que cada cuatro años es vilmente engañada por nuevos inquilinos, quienes solo han resuelto sus situaciones particulares de pobreza.

La gente sabe que los recursos usados en las campañas electorales bien podrían ser utilizados en planes y proyectos que generen calidad de vida para todos, el pueblo comenta que esos capitales no deben gastarse a voluntad de un grupo para fines electorales, cuantiosas sumas entran al despilfarro, esos fondos son públicos en su mayoría cuando se trata de candidatos en el poder, además de los recursos que entran en el orden del narco-campaña, como paga a la impunidad, todos sabemos que el narcotráfico patrocina campañas electorales y nadie da explicaciones de dónde salen los recursos económicos que fluyen al granel en un período electoral, cualquiera que éste sea.

Lo cierto es que ya no es posible manipular el hambre y las ideologías al mismo tiempo, la gente ha aprendido a base de golpes sus enseñanzas en los avatares políticos plagados de traiciones e indiferencias, pues dar de comer a la gente por un día en tiempo de campaña es una burla a la inteligencia de un pueblo dispuesto ganar la guerra; que bueno que existen medios alternativos en todo el planeta que hacen posible una opinión pública acabada y transparente para que la sociedad tenga informaciones que permitan tomar la mejor decisión a la hora de escoger con racionalidad, sin fanatismo lo que más le conviene al país, tenemos que cambiar el actual modelo económico, para combatir y acabar las injusticias sociales, inequidades y hacer posible la distribución de la riqueza que permita recomponer la nación en tiempo records.

El pueblo quiere un gobierno que asuma el cambio social y económico a la altura de sus exigencias, que gobierne en función de las grandes mayorías, que en vez de servirse vaya a servir con dignidad las demandas justas y oportunas de una población cansada de tantas injusticias y atropellos, está bueno ya, es tiempo de que se gobierne a favor de la República Dominicana sin privilegios para nadie.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas