En los últimos días una formidable maquinaria mediática, que estuvo al servicio de la facción derrotada el pasado 20 de mayo, ha pretendido venderle a la opinión pública la especie de que la reforma fiscal es consecuencia directa del déficit  y este déficit es resultado del robo de los recursos públicos.

En diferentes artículos he sostenido que el CES, el mismo que rechazó cualquier reforma fiscal, plasmó en la Estrategia Nacional de Desarrollo la necesidad de elevar la presión tributaria gradualmente desde 13 a 24% en 2030. Porque el CES sabía que la RD es el país de menor presión fiscal en la región, con excepción de Haití y Guatemala, y con 13% del PIB es imposible cumplir las metas de la END. Y justamente ese argumento fue explicado por el Expresidente Leonel Fernández en su discurso de esta semana, cuando destacó los artículos de la Ley 1-12  que tratan sobre la necesidad de una reforma fiscal, y recordó  los planteamientos del CONEP sobre una reforma fiscal integral.

Independiente de la magnitud del déficit, que no justifico, era necesaria una reforma fiscal si pretendíamos elevar la inversión en educación y en otras áreas. De nuevo la aritmética presupuestaria nos ayuda a entender el problema. Para 2013 las recaudaciones totales, bien estimadas en este caso, van a alcanzar la suma de RD$329 mil millones y si asumimos los 410 mil millones de tope en el gasto, como planteó el CES, entonces fuera de la educación y los intereses de la deuda (que consumen RD$186.7 mil millones) el resto del sector público, incluyendo salud y seguridad pública, habría que asignarle el mismo presupuesto que el 2011 (inferior a 2012) y  sería necesario financiar un déficit por el orden de los RD$81 mil millones.

En la propuesta inicial del Gobierno, con un gasto total de RD$469 mil millones, las recaudaciones con reforma podrían ascender a RD$376 mil millones y el déficit del Gobierno Central rondaría los RD$93 mil millones  (3.7% del PIB). Déficit que junto a la amortización de la deuda elevaría los requerimientos de financiamiento por el orden de los US$3,800 millones. No parece factible que un acuerdo con el FMI permita un déficit de esa magnitud y es probable que el Gobierno, a pesar de la reforma fiscal, se vea compelido a un ajuste en el gasto en el orden del 1.5-2.0% del PIB.

Pero volviendo a la manipulación mediática, se ha querido vender a la población que ese déficit fiscal fue consecuencia de acciones dolosas y de nuevo en su discurso el ExPresidente Fernández destacó los niveles de déficit imperantes en la UE, Japón los EU que a su vez exhiben presiones tributarias muy superiores a la RD. ¿Se robaron esos recursos en esas naciones o solo en RD el déficit fue consecuencia de la corrupción?

Una cosa es la calidad del gasto, el posible dispendio, la ausencia de prioridades en la ejecución de los proyectos y otra cosa es instalar un paredón mediático en contra del Expresidente por supuestas sobrevaluaciones de obras que técnicamente no han podido ser comprobadas y se fundamentan en meras declaraciones y en sometimientos sin presentar ninguna prueba digna de ser tomada en cuenta por  el Ministerio Público. Sobrevaloraciones, que de ser ciertas, son responsabilidad de los funcionarios.

La reforma fiscal es necesaria, así como mejorar la calidad del gasto, para que esta administración del Presidente Danilo Medina pueda cumplir con sus promesas de campaña y las metas de la END, y una buena parte del equipo mediático que lo cuestiona, en el fondo aspiran atar de manos a este Gobierno en materia de realizaciones; mientras la campaña dirigida a presentar como sinónimos déficit y fraude fiscal, busca inhabilitar políticamente al Dr. Leonel Fernández, pues esa facción, derrotada en cinco procesos electorales, teme, como “el diablo a la cruz”, volver a enfrentarse con el invicto líder del partido en la contienda cívica de 2016.