POR HOWARD FENDRICH
Associated Press
VIERA, Florida, EEUU – Las paredes blancas de la oficina de Manny Acta en su oficina en el campo de entrenamientos de los Nacionales, su primer despacho como manager en las Grandes Ligas, están casi vacías.

Es comprensible que el dominicano no tenga tiempo para decorar, considerando que ha estado bien ocupado buscando fórmulas para que Washington vuelva por el sendero del triunfo en el 2007.

Lo único colgado es un póster enmarcado justo detrás del escritorio del piloto más joven en las mayores. Su hermano se lo obsequió cuando los Nacionales anunciaron su contratación, y en el mismo se observa a una manada de lobos corriendo en un bosque cubierto de nieve.

Sobre la imagen, reza la frase: «MARCANDO EL CAMINO». Abajo dice: «El paso del líder determina el ritmo de la manada».

Si eso es así, el frenético ritmo de trabajo de Acta en su primera experiencia como manager en un campo de entrenamientos presagia que los Nacionales lograrán repuntar mucho más rápido de lo previsto.

Acta hace omiso de los pronósticos agoreros en torno a su nuevo equipo.

«Ellos buscaban un tipo como yo. Eso porque estamos comenzando desde cero y reconstruyendo a este equipo. Nadie espera que vamos a ganar y comprendo que se pueda tener ese punto de vista», dijo durante una reciente entrevista con la AP. «Pero yo soy el que esta al mando aquí, y me resisto a pensar de esa manera».

Acta se mantiene optimista, pese a que los Nacionales perdieron a Alfonso Soriano en la agencia libre y tampoco saben cuándo Nick Johnson podrá reaparecer tras fracturarse la pierna. Sólo uno de sus cinco puestos en la rotación de lanzadores abridores está definido.

«Quizás es que no sea lo suficientemente inteligente para darme cuenta de que debo esperar que caigan muchas derrotas», dijo Acta. «¿Porqué tengo que pensar de esa manera. Yo siempre pienso positivo, en ganar. Siempre estoy convencido de que puedo hacer los correctivos en el equipo».

A sus 38 años, Acta ha escalado puestos en forma vertiginosa, de infielder en las menores a piloto de un equipo en las mayores. Acta empezó su aprendizaje en los mismos albores de su carrera como pelotero cuando determinó que no tenía la madera para llegar a ser jugador de Grandes Ligas.

Fue así que se dedicó a ser coach en las menores, eventualmente dirigiendo a un equipo de Clase A. También cuenta con una buena trayectoria al frente de equipos en la pelota invernal del Caribe, y condujo a la República Dominicana en el Clásico Mundial del año pasado.