Parecidos como bateadores, no como persona

Mientras Manny Ramírez se divierte jugando con el equipo de los Rhinos de EDA en Taiwán, su hijo, Manny Ramírez Jr, busca crear su propio nombre, algo que se le hará muy difícil al mozalbete, ya que su progenitor fue uno de los mejores bateadores que han pasado por Grandes Ligas.

Con 17 años, seis pies y tres pulgadas, el muchacho demuestra la dedicación y el deseo de llegar a ser pelotero profesional y así dejar la sombra de su padre detrás, ya que ha vivido durante toda su vida con ese mito

Según resalta un reportaje del Yahoo Sport, sus padres se separaron cuando apenas tenía 5 años de edad, su madre Celia Fernández, lo encaminó a jugar béisbol, algo que su padre no se opuso, pero que prefiere que este vaya a la universidad, antes de ser pelotero.

“Mi padre quiere que vaya a la universidad y obtener un título, lo que me parece extraño es que él nunca fue a la universidad o dio indicios de que la escuela era algo importante para él», dijo Manny Jr, entre sonrisas.

Ambos tienen mucha cosa en común, el rostro, la ética del bateo, y la forma de trabajo, pero hay algo en lo que no se parecen, la forma de actual.

De llegar a las Grandes Ligas se unirían a otros padres e hijos.