Mano obra haitiana es retranca desarrollo y competitividad RD

Mano obra haitiana es retranca  desarrollo y competitividad RD

La mano de obra haitiana es una retranca para el desarrollo y la competitividad del sector exportador agropecuario del país y sale tan cara o más que la dominicana, porque hay que entrenarla y legalizarla. “Se reconoce que sin ella no tendríamos producción agrícola aquí”.
Otro inconveniente de esa mano de obra para los empleadores del sector agropecuario, es que después que la legalizan se van a otras fincas o a otras actividades, e incluso, cambian de pueblo, y van a parar a zonas turísticas y a otros empleos, por la facilidad de que ya tiene documentos.
“Parece la de nunca acabar”, sostienen los agroempresarios del Sur, el Norte y el Noroeste del país, en donde se utiliza una gran cantidad de mano de obra haitiana en fincas de banano, plátano, yuca, vegetales de invernaderos, cebolla y arroz.
La movilidad de la mano de obra haitiana es tan alta, que fincas que tenían entre 20 y 30 obreros legalizados, a penas quedan 3 y 4. Luego de obtener la legalización, se van a otras actividades.
Para tratar el tema de la mano de obra haitiana en la agropecuaria dominicana, fueron entrevistados los agroempresarios Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD); Luis Bonilla, expresidente de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano), con asiento en Mao, y Justino Crespo, líder de la Asociación de Productores de Banano Orgánico, de Azua.
Luis Bonilla. Explicó que la mano de obra haitiana “en términos de salarios es igual de cara como la dominicana. Se paga igual, en especial en el subsector bananero, con el agravante de que al ser menos educados, al no tener el mismo idioma, la ejecución de las labores tienen que ser bajo estricta supervisiones y no se pueden dejar solos porque hacen el trabajo mal. De unos 30 mil obreros, se legalizaron 18 mil haitianos, cantidad superior a la de otros países, porque la mano de obra extranjera que usamos es básicamente de Haití”.
Para los bananeros es obligatorio que la mano de obra extranjera debe estar legalizada para que tengan los mismos beneficios que la dominicana, porque lo exigen instituciones europeas de comercio justo.
Los bananeros fueron los que más respondieron a esa legalización, por conciencia y por requisito, pero “no nos ha resuelto el problema”.
Osmar Benítez. “La situación de la mano haitiana en la República Dominicana se puede tipificar como un drama humano, que recoge varios factores que lo sustentan: la pobreza que vive una parte importante de la población haitiana y la pobreza menos significativa que todavía vive una parte de la población rural dominicana. La pobreza genera este factor de migración de seres humanos en busca de mejor vida.
“Es un fenómeno global, no es un caso único de este país. Todo ser humanos siempre va a procurar la felicidad, vivir mejor. Para nosotros irnos a EU o a Europa es la meta para lograr el avance social y económico para transferir parte de eso a nuestras familias. Aquí, aunque hagan la labor más dura, eso es siempre mejor que la situación en que viven en Haití. Hoy la población haitiana que vive en nuestro país es una fuente esencial en el envío de remesas a su país, el drama humano no es solo de los haitianos”.

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