Manolo Ozuna no es ningún idiota

Manolo Ozuna no es ningún idiota

POR MARIVELL CONTRERAS
La mañana en que conversamos con Manolo Ozuna, llegó en camisa de calle, en mangas cortas y color pastel. El tema del encuentro no era otro que su participación en el montaje teatral “La cena de los idiotas” que se va a presentar en la Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional del viernes 13 al domingo 15 de este agosto.

Llegó con el ánimo de siempre, dispuesto para la conversación y reservado para el chiste. En el transcurso del encuentro nos comentó su extrañeza de que casi siempre que acude a una entrevista, se siente conminado a comportarse como si estuviera haciendo una comedia.

Ha tenido que explicar en algunas ocasiones y en vivo, que él no puede ir a los otros medios a relajar porque se supone que aunque él disfruta lo que hace “entiendo que mi trabajo es hacer reír a los demás, pero yo no me río en mi trabajo”.

COMEDIA Y DRAMA

Tengo por testimonio de su profesor Servio Uribe y de su compañera de estudios dramáticos Sheila Acevedo el hecho de que Manolo Ozuna fue uno de los mejores estudiantes de su promoción.

Y, lo ha demostrado tanto en la pantalla como en el teatro. Solo que el público y algunas veces los críticos tenemos tendencias a pensar que los comediantes son actores que no alcanzan la misma envergadura que los que actúan el drama.

Cuando le acotamos esta percepción nos explica que la comedia es muy difícil y que el drama “ya lo vivimos”. “En el mundo de hoy hay que hacer un gran esfuerzo para hacer comedia”.

Entiende que hay que gente que por su incapacidad para hacer comedias entiende que la comedia es insulsa. “Para mí no es un problema de género, sino de talento. Si tienes talento para hacer uno de los géneros, pero si los puedes hacer los dos, es ahí donde te pruebas como actor”.

MC: ¿A ser un profesional de la risa se llega por elección o por casualidades de la vida?

Manolo: “A profesional se llega por dedicación, disciplina y aquí el factor suerte es fundamental. Si no hay suerte, no se llega aunque tengas todo lo otro”.

HUMOR Y TELEVISIÓN

Manolo Ozuna, que tiene como uno de los ganchos de su humor el decir que le da gracias a Dios por haberlo hecho tan bello y que otras veces se queja con la pregunta de por qué no lo hizo rico en vez de buen mozo, dice que el humor es el único género que da entrada a la televisión por talento y no por el aspecto físico.

“El humor en televisión es la única área donde lo único que se exige es talento, sino la mayoría de los que lo hacemos estuviéramos detrás de las cámaras escribiéndole a otro”, expresa.

Y lo peor, para él es el concepto de la lindura que existe aquí y aboga “porque la cosa cambie cuando lleguemos a ser un país, una nación, porque esto todavía es un territorio”.

Manolo Ozuna que trabaja en televisión desde el 1996 y que empezó haciendo humor junto al que reconoce como uno de sus maestros Luisito Martí, ha comprobado que la comedia de televisión “es menos difícil de hacer, pero no es fácil”.

DEL RESPETO Y LA IDEA

Explica que aunque está consciente de que se respeta más al actor de teatro que al de la televisión ha trabajado para ganarse el respeto por su trabajo.

“Yo siempre he creído que aquí el respeto tienes que agenciártelo porque aquí se regatea mucho el respeto. Aquí hay gente que lo respetan sin ganárselo, porque representan un ícono que merece respeto”, afirma.

Y ganarse el respeto ha sido su norte, “hay que darse a respetar con trabajo y disciplina porque hasta el respeto te lo regatean”.

MC: ¿De dónde alimentas tu vena humorística para actuar y para escribir tus libretos?

Manolo: “Yo pienso que de la ingeniosidad de la gente y uno las adopta y también de elucubrar en hacer las cosas de otra manera”.

Y, especifica que hacer y crear humor “ya es un oficio” y que con la dedicación que ha logrado “este va surgiendo de manera orgánica”.

“No estudié teatro para ser un humorista. Yo quería ser un poeta del teatro, pero la realidad me fue diciendo otra cosa. Anduviera yo con un macuto terciao, unas chancletas y unas trenzas”

MAS PERSONAL

Manolo Ozuna nació el 9 de agosto del 1966. Hijo de Modesto Ozuna y Josefa Carmona, el primero albañil y la segunda definida por él como “una mujer emprendedora”. Se inició como estudiante de comunicación social; “no puedo desprenderme de lo social”, pero la vocación por el teatro le llegó de sorpresa. Su papá no sabía lo que era eso, pero confiaba en él, “yo no sé qué es eso, pero si tu quieres”. El papá decía “mi hijo estudia una cosa ahí que le dicen teatro” y Manolo cuenta que con el paso de los años y al ver el resultado de su trabajo ya su papá dice con mucho orgullo “mi hijo es actor”.

Estudió en Bellas Artes 1987-1990. Ha trabajado en teatro (El Sucesor, La Cocina, La Orgía, Prefiero un marido infiel), en televisión (De Remate, Apartamento 4, Con la muela de atrás, Perdone la hora, fue productor de El Pasa Rato y en la actualidad 9X9 Roberto) y en radio (La Tarde, Haciendo Ambiente y en la actualidad con Irving Alberti e Idelsa Núñez en Con las pilas puestas).

LA CENA DE LOS IDIOTAS

Cuando esta obra de Francis Weber suba por primera vez a escena la noche del viernes 13, será después de un arduo y depurado trabajo de Enrique Chao, su director, y los actores Manolo Ozuna, Irving Alberti, Luis José Germán, Tony Sanz y Edilí que les tomó casi 4 meses.

Esta, que al decir de su productor Rafael Ovalles es una de las más aplaudidas de los últimos tiempos provocó mucho entusiasmo en Manolo Ozuna desde que la leyó ya que el papel que le corresponde “me pone en un rol teatral que me gusta. Es como para que me acuerde que soy actor”.

Cuando le requerimos su nivel de idiotez en la misma nos dice que “se supone que yo no soy el idiota. Yo soy el que invita a los idiotas a cenar”.

MC: ¿Cuál es la idea que tu tienes de un idiota?

Manolo: “Bueno, una persona que tiene el cerebro, pero que no sabe cómo funciona. Pero que no es mala gente. Es un problema estrictamente intelectual”.

MC: ¿Significa esto que los que habrán de cenar juntos son un grupo de descerebrados?

Manolo: “No exactamente. No es que le falta el cerebro. Sino que no lo usan con el acierto adecuado”.

MC: Para vivir o hacer reír, ¿es mejor hacerse el idiota?

Manolo: “Tú me hablas en el 2004 o antes. Si es por fecha, sería lo mejor”.

Se pone un poco más serio para decirnos “es importante aclarar que la obra no es una burla a nadie. Es una comedia muy sana y con un contenido muy humano. Una comedia elegante, fina y sin ningún tipo de vulgaridad. Es una comedia gourmet”.

MC: ¿Qué puede un grupo de idiotas enseñarle a los otros?

Manolo: “Que hay valores humanos que superan a veces valores intelectuales. Yo conozco gente que su inteligencia emocional supera la inteligencia intelectual de cualquier gente”.

La Cena de los idiotas, de la autoría del autor francés Francis Weber, se estrenó por primera vez en el Théâtre des Variétés de París en el año 1993, con tal éxito que el propio autor la llevó al cine con el mismo nombre.

Esta obra cómica que destaca por lo bien escrita y por la rápida conexión que logra con el público, cuenta en su versión para el país con la luminotecnia de Lina Hoepelman y la producción de Rafael Ovalles.

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