En todos mis escritos, artículos, charlas y conversaciones, desde el 21 de diciembre de1 1961, he afirmado que “Manolo es el más grande líder revolucionario de toda la historia de la República Dominicana”.
Como se escriben tantas cosas sobre el líder, algunas sencillamente inventadas o que le salen del corazón a quienes incursionan en el tema, y otras relacionadas principalmente en las guerrillas constitucionalistas de noviembre de 1961, voy a resumir los cuatro jalones que fundamentan mis afirmaciones de siempre:
Lo primero es que, en medio de la feroz tiranía, Manolo fue el inspirador y la cabeza, de la propuesta de unir todos los núcleos dispersos en toda la geografía del país y sectores sociales en una sola organización revolucionaria, tarea ciclópea que solo un gigante como Manolo y su generación podían afrontar una tal tarea, a todas vistas cuasi imposible, en medio de la feroz tiranía.
Segundo: En un año y pocos meses, Manolo dirigió (en todos los sentidos) la inmensa tarea de convertir aquel movimiento clandestino “en la más significativa organización revolucionaria existente en el país” en palabras del gran historiador Roberto Cassá. El movimiento Revolucionario 14 de Junio, perdura hasta hoy en los corazones de centenares de miles de dominicanos y dominicanas.
Tercero: En ocasión de las guerrillas de 1963, al deponer el programa revolucionario del 14 de Junio por “La Constitución de 1963 y la reposición del gobierno constitucional”, ese inmenso gesto de certeza política de Manolo y su generación, se convirtió en “La Guerrilla que señaló un horizonte” al pueblo dominicano (obreros, estudiantes, profesionales, artistas, etc. y a los militares (que separadamente asumieron esa consigna, inspirados y dirigidos por el inmenso coronel Fernández Domínguez y su generación de militares constitucionalistas).
Y cuarto: fue tal el espíritu revolucionario que Manolo y su generación le inculcaron a los hombres y mujeres del 14 de junio, que durante la guerra de abril, estos jóvenes, hombres y mujeres, con su acción, con su inmensa influencia en la casi totalidad de los comandos, con sus inventivas (unidades móviles, vehículos blindados, dispositivo de defensa de las aduanas, sistema de trincheras, otras iniciativas) y con el rol de la Academia Militar 24 de Abril, bajo su dirección, así como con la acción de las masas, a lo largo de todo el territorio nacional, hicieron posible el sostenimiento del Gobierno Constitucional en Armas, dirigido por el inmenso coronel Caamaño.
La primera vez que escuché esta última afirmación, que yo secundo, fue en una conferencia que dictaron los oficiales García Germán y William García Duval, en el recinto de la Guerra de Abril, en la Feria del Libro, cuando esta fue dedicada a ese acontecimiento.