Hoy 
La llegada del licenciado Danilo Medina al solio presidencial marca el inicio de una nueva temporada en la historia política de la nación. Abre las puertas a las presentes y futuras generaciones de peledeístas, que con la instauración de esta nueva administración observan que alcanzar la Presidencia de la República no es potestad exclusiva de una persona o sector a lo interno de esa organización, sino también de aquellos que perseveran afianzados en sus sueños, comprometidos con sus principios y entregados a sus causas. Comienza la implementación de una visión diferente en cuanto a la orientación del gasto y la inversión pública, que de acuerdo a lo escuchado, estaría dirigido a construir personas, más que a construir cosas.
Ahora solo queda poner manos a la obra y trabajar intensamente para la consecución de los objetivos planteados. Permanecer enfocado en el plan de gobierno que el electorado compró durante la campaña deberá ser una misión insoslayable de la nueva administración, con lo que se impediría que aventureros cazadores de proyectos impongan una agenda distinta a la del presidente, que en estos momentos también es la agenda del pueblo.
Manos a la obra porque hay áreas que no pueden esperar para ser intervenidas y sectores, que como el eléctrico y educación, presentan graves problemas, a pesar de que sus soluciones son conocidas hace tiempo. Así mismo, será necesario fortalecer las relaciones partido-Gobierno, de tal manera que el pueblo pueda ver en las buenas acciones públicas, la impronta de una organización política capaz de reinventarse, y de concluir la obra redentora de nuestros padres fundadores de la patria, tal y como lo estableciera el único maestro, líder y guía del PLD cuando lo entregó como su obra cumbre en beneficio de la democracia dominicana.
