Manos dominicanas construyen principal hospital de isla Tórtola

Manos dominicanas construyen principal hospital de isla Tórtola

Road Town,  Isla Tórtola. El mayor hospital de esta isla es construido por una empresa y trabajadores dominicanos, que fueron contratados por la calidad de sus obras y por su laboriosidad, dedicación y la competitividad en  lo que hacen.

En un año y medio que lleva la obra en construcción, más de 300 obreros y técnicos especializados en las diferentes áreas  han participado en la construcción del Peebles Hospital.

Este centro  tiene un costo superior a los US$70 millones y su construcción se logró mediante una licitación que, hecha a nivel internacional,  ganó la empresa dominicana Carimex.

Más de seis empresas dominicanas trabajan subcontratadas. Suplen varillas, ventanas, así como la electricidad y la tecnología.

La licitación

La empresa Carimex ganó la licitación a una prestigiosa empresa de San Antonio, Texas, lo que se relaciona con la calidad y competitividad que tiene en el mercado.

Carimex es una empresa de capital dominicano, pero está constituida bajo el amparo y norma de las leyes de la Florida.

La compañía es propiedad del ingeniero José Ramón Brea y otros socios.

Detalles de la obra

El 80% de ese hospital está hecho, tiene siete pisos y fue diseñado con la tecnología usada contra huracanes.

Todos los obreros dominicanos que laboran en esa obra usan casco de protección y se acogen a todas las normas de seguridad internacionales.

Este centro está listo para tener 126 camas, pero sólo será habilitado para unas 86. Asimismo, la estructura está lista para seguir la construcción en caso de que la población aumente.

En esta isla, para poder recibir  servicios de salud en caso de gravedad, los pacientes son trasladados en aviones ambulancia a las islas vecinas. Es por  esa  razón  que se construye el moderno centro.

Los dominicanos

La labor de los dominicanos en la construcción de este centro de salud es resaltada por su dedicación,  ya que  aunque los tórtolos trabajan, se toman su tiempo y no tienen prisa por terminar.

Un obrero especializado puede ganar hasta US$90 al día, tiene garantizadas las tres comidas, el alojamiento en hotel y los pasajes de ida y vuelta.

De hecho, la empresa los traslada en aviones y vienen al país  en rotación organizada cada dos meses.

Reglas claras

A los  obreros dominicanos se les  reconoce por su dedicación y entrega,   asegura el ingeniero Cristian Muñoz, quien junto a su esposa, la arquitecta Katherine Cerdas, está al frente del proyecto.

“Las reglas son claras; no se puede pelear ni tener altercados en la ciudad ni en la construcción. Si lo hacen, la propia compañía los regresa  a la República Dominicana”, explicó  Cerda.

Para el cuidado y alimentación de los empleados,  la compañía contrató  servicios de comida, por lo que tres veces al día los obreros almuerzan y cenan con platos típicos de su país de origen y no olvidan el encanto de su “bandera”.

Los encargados

Dos jóvenes profesionales de 32 y 30 años, Cristian Muñoz y Katherine Cerdas,  están al frente de  este  millonario proyecto que, una vez concluido,  dará servicios de salud a una población que  generalmente  se traslada a islas vecinas.

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