LILY LUCIANO
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Los manteles son perfectos para dar una nota de elegancia al ambiente. Además son prácticos, útiles y agradables. En la antigüedad éstos eran signo de buen gusto entre la nobleza y estaban bordados con hilos de oro y piedras preciosas.
Aun en la actualidad, para lograr un signo de distinción en nuestras mesas, es fundamental contar con un mantel de buena terminación.
Si desea dar un aspecto de total elegancia a la mesa del comedor, el mantel blanco, de lino o algodón, es el indicado. Y para completar, servilletas haciendo juego.
El tipo de mantel y su colocación dependen también de la decoración del hogar. Recuerde que el mantel no debe alterar, sino complementar la decoración de la casa.
Escoger un mantel de calidad es sinónimo de buen gusto; así que, aprovechando que hay tantos estilos novedosos, tómese su tiempo y selecciónelo con cuidado y dedicación.
Recuerde que este complemento es imprescindible en la decoración de la mesa y su elección distingue al anfitrión.
Colores. En algunas culturas, como la oriental, la colocación del mantel así como su color expresan diferentes sentimientos: los tonos claros como, el crema, se asocian con la relajación; el blanco es estimulante; el verde es vitalidad, el azul favorece la comunicación y el color frambuesa despierta la pasión, mientras que el rojo y el naranja promueven romance, el amarillo atrae calidez a un espacio.
En el mercado hay una gran variedad de manteles de diversos estilos y colores para cada ocasión. Los puede encontrar de cuadros para picnic o veladas al aire libre.
Si usted es de las personas que entienden que el mantel debe usarse solo en ocasiones especiales, como Nochebuena, es momento de que cambie de idea y lo use más a menudo, pues éstos aportan personalidad y exquisitez a los espacios.
Las claves
Algunas reglas de etiqueta en la mantelería
1. En la mesa del comedor principal o del antecomedor, deben llegar justo a las rodillas de los comensales.
2. Se debe colocar el mantel de manera que la tela tenga la misma caída por los cuatro lados sobre las sillas, y también para que sea visible cualquier trabajo artístico en la madera de las patas.
3. Para una comida al aire libre, va muy bien un mantel de tela estampada y más informal.
Zoom
Renovando el mantel
Si desea impactar a sus invitados con sus nuevos manteles, solo tiene que dejar trabajar la imaginación. Use perlas de diferentes colores o tamaños, de acuerdo a su gusto. Puede coserlas en el mantel como crea mejor. Por ejemplo, a lo largo del dobladillo, dejando una distancia de alrededor de 10 centímetros entre unas y otras; también puede hacer algún motivo en las esquinas; dibujar un patrón determinado, etc. Lo único a tener en cuenta al aplicar las perlas es hacerlo en los bordes laterales o esquinas del mantel, para mejores resultados.
De lino y algodón
Diversidad de estilos
Mantelería y decoración. Existen mantelerías de diversos tipos, por lo que hay que saber cuál es la pieza más apropiada para cada ocasión. El mantel blanco clásico puede ser de lino bordado a mano, que es lo más fino; destacan las mantelerías china y española, aunque tienen el inconveniente de ser difíciles de lavar y planchar, por lo que son utilizados únicamente en ocasiones especiales.
También hay manteles de lino de colores lisos; han de ser exclusivamente en tonos pastel, y se utilizan en ocasiones informales, sencillas. En la actualidad existen también manteles muy prácticos, como los de poliéster, lo mismo que en algodón, lisos o estampados, con rayas, flores o cuadros en distintos colores, que se utilizan en encuentros sencillos.