El mantenimiento de las obras de infraestructura del país es la forma y manera más eficaz para evitar pérdidas de vidas y recursos que se invierten para mitigar los daños ocasionados después del paso de un fenómeno natural.

Inclusive, tras las tormentas Noel y Olga a finales del año 2007, murieron cerca de 150 personas y más de 160 familias fueron desplazadas, conforme a las informaciones de la Secretaría de Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (ON/EIRD).

Estos datos reflejan cuán vulnerable es nuestro país a los fenómenos naturales, nos obligan a insistir sobre el tema del mantenimiento, a la que nos preguntamos ¿qué hemos realizado como país para que no ocurra lo mismo que en las tormentas Noel y Olga en caso que se produzca algo similar?

Es importante recordar que un informe técnico (UASD), publicado el 5 de diciembre del 2007 en este periódico Hoy, página 16, avalado con la firma de la periodista Odalis Mejía, atribuyó la gravedad de los impactos de la tormenta Noel a los amplios niveles de deforestación existentes en las cuencas hidrográficas.

Asimismo, plantea que a raíz de los incendios forestales en la Cordillera Central en el año 2005, no se intervino de manera correcta, ya que el gran cúmulo de cenizas provocado por tal incendio no fueron recogidas, por lo que se convirtieron en un colchón que luego fueron arrastradas por las aguas, lo que conllevó a la acumulación de sedimentos en los ríos.

Como medidas preventivas, debemos realizar un estratégico plan de reforestación en nuestras cuencas de los ríos, así como aplicar acciones rápidas de extracción de sedimentos en los ríos.

Como medidas preventivas, debemos realizar un estratégico plan de reforestación en nuestras cuencas de los ríos, así como aplicar acciones rápidas de extracción de sedimentos en los mismos, los cuales alcanzan un nivel de sedimentación de un 20 o 40% y en muchos casos hasta de un 80%.

Otro factor importante en el mantenimiento de los ríos es que en los mismos se producen meandros, que son pequeños cambios en la dirección del cauce, los cuales producen grandes daños, específicamente a las infraestructuras viales.

La limpieza en los aproches de los puentes, retiro de troncos de árboles atascados en las pilas de estas infraestructuras viales, el mantenimiento en cunetas, canaletas, alcantarillado, limpieza de maleza y control de vegetación, son algunas de las medidas que permitirá que el agua precipitada pueda drenar con facilidad y así evitar pérdidas millonarias.