JIMANÍ, Independencia.- Problemas respiratorios, diarreas, malestares estomacales, infecciones vaginales e irritaciones en la piel son las principales afecciones que tienen los sobrevivientes de la tragedia de Jimaní.

El epidemiólogo Manuel Antonio Abreu, de la Secretaría de Salud Pública, dijo que estas afecciones son controlables con medicamentos y que tiene la esperanza de que en la zona no se desaten otras enfermedades porque las autoridades han establecidos controles sanitarios.

El hospital General Melenciano comenzó sus actividades de consulta, aunque todavía con precariedad. Las salas de cirugía, en cambio, no funcionan aún porque están siendo limpiadas y desinfectadas, dado que fueron inundadas por las aguas que arrasaron esta población fronteriza en la madrugada del pasado 24 de mayo.

Se informó que 21,000 personas fueron vacunadas, muchos más que los habitantes del municipio, lo que implica, explicó el doctor Abreu, que se están vacunando personas de comunidades aledañas.

En la zona, dijo, se han estado tomando medidas epidemiológicas para evitar enfermedades, pero los mosquitos ya comienzan a aparecer y azotar la región.

La cantidad de mosquitos, aprovechando la humedad que dejaron las inundaciones, están afectando a poblaciones distantes como Neyba, Duvergé, El Limón y otras más próximas al lugar de la tragedia.

Aun cuando hubo inundaciones, el terreno poroso absorbió la mayor parte del agua y ahora hay grandes remolinos de polvo, lo que junto al hacinamiento en que están ahora los residentes aquí y la falta de higiene por la escasez de agua, están acumulando factores de riesgo que podrían facilitar el desarrollo de enfermedades, se indicó.

[b]VOLUNTARIOS[/b]

La comunidad de Jimaní es ahora escenario de las más variadas visitas, algunos con cierta ironía, aseguran que hay quienes están haciendo turismo humanitario. Pero en lo que tiene que ver con salud han llegado decenas de médicos de Estados Unidos, España y México.

Casi todos los que llegan a esta zona de desastre están empeñados en colaborar, pero algunos esfuerzos se hacen sin coordinación con las autoridades de la Secretaría de Salud Pública, por lo que las autoridades invitaron a todo el que quiera ayudar, que coordinen las acciones.