QUITO (AFP).- Los indígenas de Ecuador ignoraron ayer, miércoles, la advertencia de mano dura del gobierno y anunciaron que seguirán presionándolo  con medidas de fuerza para que someta a plebiscito un TLC con Estados Unidos, pese al estado de emergencia que militarizó cinco provincias de la sierra.

El estado de excepción adoptado el martes por el presidente Alfredo Palacio en las provincias de Cotopaxi, Imbabura, Chimborazo y Cañar y dos cantones de Pichincha -todos en la sierra andina-, crispó el ánimo del movimiento indígena, que también reclama la salida de la petrolera estadounidense Oxy. “Podemos asegurar que este decreto de emergencia ha exacerbado más los ánimos de las comunidades, por lo que mantendremos inalterable la movilización y vamos a continuar con la lucha contra el TLC”, dijo Humberto Cholango, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).

El Ejecutivo endureció su posición en la antesala del inicio el jueves en Washington de la que podría ser la última ronda de negociación para cerrar un Tratado de Libre Comercio (TLC), al que se oponen las comunidades indígenas por considerar que los dejará en la ruina y ampliará el dominio estadounidense.

Amparado en el decreto de emergencia, Palacio dispuso la militarización de las provincias mencionadas, para impedir el avance de las manifestaciones hacia Quito, adonde ya llegó un nutrido grupo de nativos que ha realizado marchas pacíficas. Asimismo, el presidente entregó el control de la sierra al mando castrense y restringió, por tiempo indefinido, algunos derechos como los de movilización y reunión.