Manuales de protocolo para
recibir a la reina

Manuales de protocolo para<BR>recibir a la reina

La reina Isabel II llega a la antigua colonia y los estadounidenses han desempolvado los manuales de protocolo para no olvidar cosas como que los sombreros, poco populares a este lado del charco, no se usan tras caer la tarde

La visita de la reina de Inglaterra a Estados Unidos ha obligado a revisar las normas de protocolo. En un país en el que no se utilizan los sombreros con la profusión con que se hace en el Reino Unido, han preparado todo para este viaje de seis días por la antigua colonia.

La reina de Inglaterra llega a la antigua colonia y los estadounidenses han desempolvado los manuales de protocolo para no olvidar cosas como que los sombreros, poco populares a este lado del charco, no se usan tras caer la tarde.

Esa es una de las reglas de etiqueta compiladas en la página oficial de Tim Kaine, el gobernador del estado de Virginia, primera parada de la gira de seis días que la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, realizarán por la costa este de Estados Unidos.

La lista protocolaria recuerda a unos estadounidenses poco amigos de las formalidades que, al menos en Gran Bretaña, cuando la reina deja de comer, el resto también lo hace.

TODOS EN PIE

Además, cuando Isabel II entra en una habitación todo el mundo se pone en pie, aunque, en contra de lo que pueda parecer, las reverencias son prescindibles y «es aceptable», llegado el caso, el socorrido apretón de manos.

Los que todavía alberguen dudas sobre cómo proceder en caso de toparse con la realeza pueden llamar a una «línea caliente» habilitada para la ocasión.

Ese esfuerzo informativo puede evitar que se repita el aprieto que pasó el presidente Ronald Reagan (1981-1989) cuando -horror de los horrores-, durante un acto oficial en la Casa Blanca, sirvieron una taza de té al príncipe de Gales y dejaron la bolsita dentro.

La anécdota de Reagan salió a relucir el  miércoles pasado tras la publicación de extractos de sus diarios. Por lo demás, el entusiasmo suscitado por la visita real era visible en las afueras de la legislatura de Richmond, la capital de Virginia, donde se dieron cita desde primera hora de la mañana más de un centenar de forofos para conseguir un buen sitio desde el que puedan observar a la soberana de 81 años cuando desfile esta tarde a pie hacia el Capitolio.

 La reina llegó el jueves a las  3:30. La soberana junto a su esposo participó en una breve recepción en la mansión del gobernador.

OCHO TRIBUS EN EL CAPITOLIO

Finalizado el ágape, la pareja se desplazó al edificio de la legislatura. Bomberos, profesores y gente que ha contribuido a la sociedad de Virginia la observaron  desde los laterales del paseo, explicó a Efe Tamra Talmadge-Anderson, una portavoz del gobernador.

Isabel II  fue recibida en el Capitolio por los jefes de ocho tribus indígenas, que interpretaron una danza tradicional para rendir tributos a la representante de la corona británica.

La reina se dirigió, a continuación, a la Asamblea General de Virginia.

La pareja real cruzó el Atlántico para conmemorar el 400 aniversario del asentamiento de Jamestown, que se celebra oficialmente la próxima semana.

Isabel II y el duque de Edimburgo visitó el viernes el enclave, sede de la primera colonia británica con carácter permanente fundada en 1607 sobre el río James.

Los festejos en torno al aniversario de Jamestown, que según la cadena de televisión CNN costarán unos cinco millones de dólares, financiados por fondos públicos y privados, se centrarán, por primera vez, en las tres culturas que convergieron en Jamestown: ingleses, indios nativos y africanos.

Se trata, según el diario «The Boston Globe», de un «cumpleaños difícil» dado el carácter agridulce de la «conquista de América».

El rotativo recuerda en su edición las complejas relaciones entre indios y británicos, que culminaron con un intento de matanza por parte de los nativos en 1622 y fueron seguidas por posteriores represalias de los colonos.

«La historia está llena de paradojas y Jamestown es un recordatorio de la ambición, la violencia y la opresión que forman tanta parte de esta civilización como la lucha por los derechos humanos de los que los estadounidenses se vanaglorian hoy», dice el «Globe» en sus páginas editoriales. Además de la visita a Virginia, la agenda de la reina incluye el Derby de Louisville, en Kentucky, una gira por el Centro Espacial Goddard de la Nasa en Maryland y sendas visitas a un hospital de niños en Washington y al Memorial de la II Guerra Mundial.

La soberana será recibida mañana lunes  en la Casa Blanca por el presidente de EE.UU., George W. Bush, y participará en una cena de gala en su honor en la residencia oficial. EFE- REPORTAJES.

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