Manuel de Jesús Pérez Sánchez:
«Ni oropeles ni lisonjas»

Manuel de Jesús Pérez Sánchez: <BR>«Ni oropeles ni lisonjas»

POR AURORA MARTÍNEZ
Cuando Leonel Fernández disponía de los primeros decretos que debía firmar, luego de colocarse la segunda banda presidencial el 16 de agosto del pasado año, quizás sin saberlo, Manuel de Jesús Pérez Sánchez patrullaba por última vez los cuatro puntos cardinales de la ciudad de Santo Domingo.

Los vaticinios que le hicieron los viejos sabios de la comunidad, de que ese muchacho estudioso y aplomado sería Jefe de la Policía, se cumplieron cuando fue dada a conocer su designación en horas de la tarde, aquel 16 de agosto de 2004, mientras descansaba en su hogar junto a su familia, después de haber amanecido recorriendo las calles de la capital.

Pero en el nombramiento del entonces Director Ejecutivo del Instituto de Dignidad Humana de la Policía Nacional, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, quien jamás pensó que se «engancharía» a la Policía, también se conjugaron los buenos deseos de quienes veían en él su preparación profesional y militar, así como quizás su amistad o el conocimiento de sus valores, por parte del presidente Leonel Fernández.

¿Qué pesó más en su designación, su amistad con el Presidente o su trayectoria policial? Solo tuvo como respuesta que «esa pregunta habría que hacercela al presidente Fernández. Sinceramente, no soy el adecuado para responder, no tengo cómo responderla, me agarró en esa pregunta, yo no esperaba que me la hicieran».

Así, con esa muestra de sinceridad platicamos con este hombre, que llegó a la institución hace 25 años, ante un mandato que le diera el extinto presidente Don Antonio Guzmán Fernández, al entonces Jefe de la Policía, mayor general Virgilio Payano Rojas, de que ingresara a los bachilleres de la Policía.

Aquel joven nativo de Higüey, que ingresó a la Academia de la Policía de Hatillo, San Cristóbal, el miércoles 15 de agosto de 1979, graduado de bachiller desde hacía tres meses e inscrito en la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, recibió la guía y las primeras instrucciones de los hoy conocidos generales Hamlet Pérez Vásquez y Carlos A. Reyes Mora.

Su primera experiencia de servicio a la comunidad y a la institución fue la restauración de las instalaciones físicas de la Academia, que fue devastada por el Ciclón David, trabajos que estuvieron a cargo del «Pelotón F», compuesto por los bachilleres que ingresaron con él.

Considerado como un defensor de los derechos humanos, amigo de los amigos y con excelente facilidad para cultivar la amistad, Manuel de Jesús Pérez Sánchez desde sus estudios en la primaria se propuso tener por lo menos «un millón de amigos», los que cultivó a través de la Pastoral de la Iglesia Católica de la Diócesis de la Altagracia, donde fue seleccionado para hacer cursillos de liderazgo juvenil en El Seibo, por lo que desde esa época tan temprana fue forjando amistades en cada pueblo, y hoy día tiene muchos amigos de los cuales se enorgullece.

«Conservo amistades desde que tenía un año de edad, entre ellos al doctor Carlos Antonio Santana, de mi comunidad y Mariano Américo Rodríguez Rijo, del entorno educativo; también tengo amigos en el ámbito social, profesional y de vacaciones, así como todos los vecinos de mi sector, que han sido mis amigos desde entonces, pues nos visitamos y comunicamos».

La seguridad en las calles de un Jefe de la Policía, siempre se ha caracterizado por un gran aparataje, movimientos éstos que el general Pérez Sánchez señala no necesitar, porque el cargo «no me cambia, la función pública es muy efímera, tengo 34 semanas siendo Jefe de la Policía, desarrollado una labor positiva, pero no he llegado a los niveles que pretendo».

¿Qué se hace para evitar endiosarse? «Ser uno más, saber que soy un ciudadano normal, común y corriente, que cuando entregue esta ropa de policía, seré una persona que tendrá las mismas condiciones de igualdad que tiene cualquier ciudadano ante la ley, estoy consciente de que «ni oropeles ni lisonjas» cambian, ni son motivos para cambiar», expresó.

Precisó que es motivo de gran satisfacción que mucha gente que le conoce diga que sigue siendo el mismo, «me satisface que la gente perciba eso, yo sigo siendo el mismo en mis prácticas y valores, porque de otra manera no sería yo. Uno de los rasgos que caracterizan mi personalidad es el hecho de ser sincero, franco, abierto, comunicativo. De no cambiar, no importa la circunstancia, siempre seré fiel a los principios éticos, morales y religiosos».

Manuel de Jesús Pérez Sánchez explicó que «aún en ese entorno de seguridad, en el que tiene que andar el Jefe de la Policía, se ha reducido la exhibición de armas de fuego, sirenas y pitos. Hacemos el menor uso de eso, porque al final todos somos iguales ante la ley, estoy consciente de que tengo una responsabilidad mucho mayor y por ello no desprecio ninguna medida de seguridad, pero tampoco hago un uso abusivo de ello, ahora tengo una responsabilidad que no la tendré por siempre, ya que mi función pública es efímera, y si en 25 años de carrera en la Policía he tenido una buena conducta, no es verdad que en dos, ocho meses o dos o cuatro años, lo voy a tirar por la borda. Siempre he estado apegado a los mejores intereses de la Nación, a la promoción de la dignidad humana y de la evangelización».

TIEMPO EN FAMILIA

Su esposa Berenice Martínez de Pérez, con quien tiene 19 años de casado, y sus hijos Mabel, de 15 años y Emjey, de 10 años, conocen su estilo de vida, y saben que los deberes de la patria están en primer orden. «Cuando era Director General de Prisiones viajaba a todos los pueblos y como tenía que salir de madrugada, para estar con ellos, los llevaba conmigo; mientras yo hacía mi trabajo, ellos me esperaban en el parque. Lo mismo ocurre ahora, lo que hace mi esposa es que en ocasiones me acompaña a algunos actos públicos, y así compartimos un poco como familia y parte de lo que concierne con mi trabajo».

Los más sacrificados, según indicó, son sus padres, Manuel de Jesús Pérez y Argentina Sánchez de Pérez, que viven en un apartamento debajo del suyo. «Mamá cuando me ve me dice: ¡mira muchacho, tengo cuatro días que no te veo y tú vives aquí mismo!». Cuando la regla era visitarla todos los días, ahora se ha limitado a una visita semanal. Igual sucede con mis suegros, que pasa buen tiempo que no nos vemos.

De sus padres, oriundos de Higüey, con tradiciones religiosas y dedicados a la ganadería, habla con gran orgullo de su rectitud, el buen obrar, la dedicación al trabajo, la disciplina y la formación hogareña que le enseñaron; además de la educación lasallista que recibió.

Manuel de Jesús Pérez Sánchez también es parte de una gran familia a la que califica de muy unida, compuesta por sus ocho hermanos: Mercedes, Isabel, Yolanda, Isolina, Jeannette, Ramón, Jonás y Julio; más ocho hermanos de padre, hermanos de crianza y primos, que crecieron juntos.

«Somos una gran familia que conserva la tradición de vivir cerca y estar unidos para apoyarse recíprocamente, en todas las circunstancias de la vida; pero mis padres y los de mi esposa también vienen de una familia de ocho hermanos, tradición ésta que pertenece a una etapa de nuestra historia, en que la costumbre era tener ocho hijos. Esta abundancia familiar la considero una bendición de Dios, contrario a estos tiempos, pues hoy nos conformamos con dos o tres hijos».

Como legado, Manuel de Jesús Pérez Sánchez deja a sus hijos educación, el compromiso de vida del buen comportamiento, y lo que heredó de sus padres: «la conciencia de que lo único que tienen los seres humanos es su palabra, una educación de valores humanos, de solidaridad y de integración familiar, pienso que más nada, las fortunas pasan».

«SER POLICÍA ES UN COMPROMISO DE VIDA Y DE POR VIDA»

El Jefe de la Policía, como promotor de la dignidad y los valores humanos, tiene la responsabilidad de velar por la paz y la tranquilidad de la ciudadanía, y trabaja para que exista cordialidad y confianza en la Policía.

En su gestión que lleva 34 semanas, el mayor general Pérez Sánchez no se adelanta a hablar de sus logros, solo enumera los enlaces y acuerdos que hasta ahora ha establecido con la Policía de Nueva York y organismos de seguridad, en procura de incrementar la tecnología e información, a fin de cambiar los métodos existentes.

La preparación en el Policiamiento Comunitario y Antipandilla, para que la Policía emplee fuerzas adecuadas y no cometa excesos, forma parte de lo que meses atrás se comentaba iba a aplicar el nuevo Jefe del orden, con una policía al estilo Nueva York.

Las preguntas y respuestas de esta entrevista, a continuación reflejan el sentir en todos los órdenes del Jefe de la Policía, en las que enfatiza su apego a la ética, a los buenos valores, a una policía íntegra e idónea que prevenga y conjure el delito.

Muchas personas entienden que los policías tiene un carácter poco extrovertido: son distantes y dados a hacer pocos amigos ¿Usted que dice?

MJPS: «La Policía Nacional es una institución de carácter militar orientada a fines civiles, en cuyo adiestramiento cambia por completo el carácter de cada miembro al que es sometido; la regla general es que las relaciones entre policías y ciudadanos sea cordial, pero eso no quiere decir que no existan dificultades cotidianas y que tiene que ver con lo que es el desarrollo cultural, en lo que unos están llamados al orden y otros a las diversas actividades, y dentro de este último grupo hay algunos que por diversas razones llegan a la delincuencia, grupo éste que da razón de ser de la Policía, por lo que se necesita un grupo de hombres y mujeres preparados para impedir que se comentan delitos y que dañen al resto de la sociedad. Para esto la institución tiene una serie de procesos que permiten ir identificando a los buenos policías, a los que no son buenos y a los que no son abnegados en el servicio al prójimo. La función policial se fundamenta en el crédito público, en la fe y la confianza que le tiene la ciudadanía a ese policía, por lo que pienso que el tema de que los policías tienen pocos amigos, tiene mucho que ver que no son amigos del delito ni la delincuencia; en el contexto de las relaciones interpersonales, los policías y los ciudadanos son amigos en sentido general, porque un policía por su comportamiento es un líder en su comunidad y cuando no es líder por su comportamiento, entonces la comunidad lo señala y dice que es un mal policía y al final es excluido de las filas».

¿Cuáles son sus valores más preciados?

MJPS: «No hay valores más preciados ni menos, existe una cantidad extraordinaria de valores y no hay uno más grande ni más fuerte que otro, todos ellos se correlacionan entre sí y al final resultan en lo mismo, pero pienso que en ese contexto los valores humanos tienen que ver con el bien obrar y los derechos humanos, que son los valores fundamentales de la humanidad, en los que se enfocan los valores cardinales, que son solidaridad, paz, libertad, respeto a la diversidad de creencia, tolerancia y el valor a la vida».

Se dice que usted es un jefe de la Policía atípico, porque se le adjudican virtudes que le colocan del lado del respeto a los derechos y la dignidad humana.

MJPS: «Ha sido mi norte desde muy joven el respeto a los derechos humanos, y más aún el tema de la promoción de la dignidad y valores humanos. La Iglesia Católica ha influido mucho, porque desde pequeño eso fue lo que oí y aprendí en el Colegio de la Salle, donde estudié. La estrella que ilumina el camino de mi vida, siempre ha sido el respeto y sacrificio por los demás, ayudar a encontrar la felicidad de los demás. Todos los seres humanos son uno solo, no importa la nacionalidad, la raza, el origen, la fortuna, la pobreza, porque todos estamos llamados a hacer contribuciones para mejorar cada vez más la calidad de vida».

¿Quizás por eso se le demanda más mano dura con los que delinquen?

MJPS: «La delincuencia es un fenómeno humano y como tal no es ajeno a los seres humanos. En el caso particular de nuestra sociedad, tenemos que en la región latinoamericana está acabando con una estadística que no se acepta, porque es una sociedad que tiene dos tipos de vida, en la que predominan las relaciones cordiales, armoniosas y la vinculación con los demás seres humanos.

Los excesos son inevitables, hacemos lo imposible por impedir que ocurran, pero si ocurren lo sancionamos, por lo que en ese contexto la imagen de la Policía queda diáfana.

Cuando asume, surge la expectativa de que íbamos a tener una Policía menos represiva, más técnica, más formada. Hay contradicción entre lo que se proyecta y ejecuta, ya que ha habido excesos de parte del cuerpo que dirige.

MJPS: «Estamos en un proceso de incrementar más tecnología, formación, cambiar los métodos, pero es un proceso en el que no puede estar aislada la sociedad, es un proceso global que tiene que ver con la macroeconomía, macroestabilidad, generación de empleos y riquezas, pero hay todavía un trecho que recorrer, y la policía cada vez se profesionaliza más y mejora su manera de trabajar.

Dentro de lo recorrido está un acuerdo con la Policía de Nueva York, y ya se tienen grupos de policías dominicanos egresados en Policiamiento Comunitario y Antipandilla, y aquí han recibido mucha asistencia en materia de preparación para el uso de la fuerza adecuada, para que la Policía sepa usar las herramientas que se le otorgan debidamente, sin cometer excesos en contra de la población. Y como parte de ese acuerdo, contamos aquí con el sargento de la Policía de Nueva York, Jon Tavarez, además del intercambio fluido de datos de cooperación recíproca entre la agencia nuestra y la norteamericana, con la Policía de Nueva Jersey y el FBI, Servicio Secreto del Departamento del Tesoro, la DEA, las oficinas de Narcóticos, Tabaco, Alcohol y Armas, han venido al país a dar entrenamiento y ha sido consolidado ese intercambio del que ya estamos viendo los frutos: ejemplo de ello fue una Comisión de Jefes de Policía de nueve países centroamericanos que vinieron al país, lo que tiene que ver con la internacionalización de la Policía Nacional».

PERFIL

El mayor general, doctor Manuel de Jesús Pérez Sánchez, nació el 24 de diciembre de 1959 en la ciudad de Higüey. En la Policía Nacional se ha desempeñado como juez en el Tribunal de Primera Instancia de Justicia Policial, Corte de Apelación de Justicia Policial, sub-consultor jurídico de la Policía Nacional, consultor jurídico de la Policía Nacional, en la Dirección Central de Asuntos Legales de la Policía Nacional, comandante del Departamento de Investigación de Falsificaciones de la Policía Nacional, fundador de la Unidad Contra Viajes Ilegales, comandante del Departamento Baní, P.N.; oficial ejecutivo del Comando Regional Central, P.N.; secretario del Club de Leones Santo Domingo-El Millón; director general de Prisiones, enlace entre la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República, enlace con el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados, representante de la Policía Nacional en la Comisión Nacional para la Implementación del Código Penal y director ejecutivo del Instituto de Dignidad Humana de la Policía Nacional.

Estudios realizados:

Es graduado de doctor en Derecho (Cum Laude) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD,1985; Notario Público, diplomático de la Alianza Francesa, Estudio Desarrollo Nacional y Guerra Política en Taiwán, Dignidad Humana en Nueva York y Miami, EE UU; Planificación Estratégica en Costa Rica, Migración Internacional en Panamá, Evaluación del Aprendizaje en la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), Objetivos Académicos en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Derecho Laboral, Actualización Notarial, Turismo, Legislación Turística, Victimología, Antiterrorismo, Criminología, Documentos Fraudulentos, Derecho Internacional de Refugiados, Tránsito, Derecho Aeronáutico y Espacial, Violencia Intrafamiliar y Administración Policial.

Ha participado en conferencias y talleres judiciales en Virginia (EE UU); San José, Costa Rica; Bogotá, Colombia; Organización Mundial de Comercio y la Organización Internacional del Trabajo.

Recientemente participó en varios adiestramientos cortos: Formulación de una Agenda de Seguridad Nacional con el Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa y el Instituto de Altos Estudios Estratégicos para la Defensa y Seguridad Nacional, varios módulos sobre el Código Procesal Penal con FINJUS, Conrad Adenauer, Violencia Intrafamiliar con la Secretaría de Estado de la Mujer; Dignidad Humana y la Policía, con el John Jay Collage.

«EN LO INSTITUCIONAL NO TENGO NINGÚN LOGRO»

Alguna vez ha sentido «mea culpa» ante el cumplimiento del deber y los principios morales que se le atribuyen?

MJPS: En ningún caso está en conflicto lo que es la organización policial con la moral; es una organización, que como dice una estrofa de su Himno ‘que sobre cumbre de moral, se empina al cielo un afán de gloria’, todo el comportamiento policial debe ser apegado a la ética, a los buenos valores. Una policía íntegra e idónea es aquella que de manera enérgica e implacable previene, investiga y conjura el delito. La Policía ahora mismo ha creado una doctrina que enfatiza la vinculación al beneficio de la función policial y los derechos humanos, porque los policías son los verdaderos defensores y guardianes de los derechos humanos.

Ser policía es un compromiso de vida

Aunque a los 25 años de servicio policial se corona con el rango máximo de la institución –Jefe de la Policía-, Manuel de Jesús Pérez Sánchez dice que cuando le toque el momento de dejar el cargo no colgará el uniforme, porque toda la vida tendrá que continuar dando los servicios que el país demande, pero cuando entregue el uniforme pasará a ser un ciudadano, tiempo para el cual pide la oportunidad de servir, Ahora cuida que su ejercicio sea diáfano, transparente, que no deje manchas, por eso procede correctamente en su conducta, desempeño y desenvolvimiento. «Yo soy un ciudadano dominicano que me debo a los mismos Padres de la Patria, que tiene obligaciones con la humanidad, con la familia, en sentido particular con la Policía y en sentido estricto con mis amigos y amigas de los grupos de derechos humanos, compuesto por más de 32 grupos localizados en cada una de las provincias del país, por lo que entiendo que es un compromiso de vida y de por vida, que quizás trascienda mi vida».

Si tendría que irse hoy de la jefatura policial, ¿qué enumeraría como sus logros, tomando en cuenta la alta criminalidad y los altos niveles de violencia social y vandalismo que exhibe la sociedad dominicana?

MJPS: «Tomando en cuenta la criminalidad y sus estadísticas, diría que no tengo ningún logro en lo institucional, pero pienso que si me voy hoy, mañana o cuando fuere, me queda la satisfacción de que puse todas mis energías y todo mi esfuerzo para ayudar en el mejoramiento de la Policía como institución, para ayudar a restablecer el valor y la brillantez propia de la organización, para ayudar en un proceso de Policiamiento Comunitario con la creación de grupos de ayuda a la Policía, de comités proconstrucción de destacamentos, plantas físicas, equipamientos, con ayuda de la comunidad y la presencia de la Policía en las calles, que antes estaba ajeno al servicio policial.

La revalorización integral, que va desde la presencia de la Policía, hasta la creación de espacios como el Memorial de los Caídos, para que la gente sepa la manera en que la Policía opera y actúa; pero además, la creación de fondos de ayuda a los caídos y la creación de los lazos de solidaridad y de vinculación entre los ciudadanos y los policías, la reeducación y el cambio en el proceso de reclutamiento, que deben ser bachilleres, de los cuales han ingresado 2.000 en los pueblos y 500 en la Capital. Yo no tengo ningún logro, pero me siento satisfecho de la oportunidad que se me dio y sobre todo, me siento satisfecho del esfuerzo y el sacrificio que estoy realizando para el beneficio de mis conciudadanos. Todo el apoyo que he recibido para la institución ha sido una contribución a su política, a su buena fe, a su buena obra, del presidente Leonel Fernández».

Donde hay un hombre correcto, no puede haber un policía corrupto, ¿utopía o realidad?

MJPS: Es una verdad, y como verdad filosófica que es, puede entenderse en los dos sentidos: Es una utopía en tanto unos no llegan a concretarla, es una verdad en cuanto algunos la llegarán a concretar. Para el gran grupo es una verdad. Para algunos, que tienen doble moral y que se hacen pasar por hombres y mujeres serios no lo será, pero al final, la expresión es auténtica, donde hay un hombre serio, no puede haber un policía corrupto.

Usted cambió el color del Palacio de la Policía ¿Qué tanto ha cambiado la moral de los miembros?

MJPS: El cambio de color corresponde a la administración pasada, que a mi llegada ya estaba aprobada, entiendo que es un color bonito, pero no el ideal, porque no da macrovisibilidad, porque a nivel de los policías, lo que conviene son colores que den macrovisibilidad, porque es una institución de socorro y ayuda pública, por lo que de lejos tiene que estar a la vista.

Sobre los cambios éticos dijo que «es una pregunta delicada, cómo vamos a decir nosotros que ha cambiado el pensamiento de los policías o el pensamiento de la comunidad, eso yo no lo puedo decir, solo los hechos posteriores lo pueden decir. Pero lo que yo le aseguro es que hemos tomado todas las medidas habidas y por haber para que cambie el concepto del policía sobre sí mismo y el concepto de la ciudadanía sobre el policía en los aspectos éticos, y para ello se ha creado el Centro de Prevención del Abuso Policial (Ceprapo), para que los ciudadanos tengan instancias externas para denunciar las cosas malas que ven en la Policía, además del fortalecimiento de asuntos internos, la creación de una dirección de inteligencia criminal, todo esto en un trabajo proactivo, a fin de lograr que sea acorde con la ética y con la moral, el comportamiento y el ejercicio de la profesion policial. La institución tiene en la actualidad más de 30 mil hombres y mujeres formados en grupos profesionales, no profesionales, investigativos, tácticos, detectives y patrulleros.

EDUCACION

Ha impartido docencia en la Universidad Católica Santo Domingo como profesor de Derecho Penal General, Penal Especial, Procesal Penal; Criminología en la Escuela de Investigaciones Criminales, P.N., Instituto Militar de Derechos Humanos, Instituto de Altos Estudios Estratégicos, Instituto de Capacitación en Planificación Estratégica, Código de Justicia Policial, Derecho Penitenciario, Dignidad Humana, Administración Judicial, Viajes Ilegales en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, posgrado sobre Legislación de la Niñez y Curso de Derecho Militar.

Con fines educativos ha visitado la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, American University, Universidad Nacional de Defensa en Washington, Montgomery Collage, la Policia de Miami, EE UU, la Policía de París, la Policía Nacional de Barcelona, Carabineros de Chile, Policía Estatal de Río de Janeiro, los Mozos de Escuadra de Cataluña, Policía de Kansas City, EE UU, Policía del Condado de Montgomery, EE UU, Universidad Central de la Policía, Buró de Investigaciones Criminales, Policía de Taipei, Collage of Pólice, en la Republica de China, U.S. Marchall; Cárceles en Costa Rica, Francia, Chile, Estados Unidos, Puerto Rico, Taiwán; Tribunales y Centros Legales en Washington, Chicago, Reno, Taipei.

En la elaboración de varios libros ha participado en el Código de Justicia Policial, Prevención del Crimen y Dignidad, Carpeta penitenciaria, Prisiones en cifras, Cátedra de Penal, Estrategias de Cambio Policial, así como otras publicaciones; es uno de los co-redactadores del antiguo Código de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 14-94).

Es miembro del Colegio de Abogados, de la Asociación Internacional de Instituciones Correccionales y Prisiones, del Club de Leones de Santo Domingo-El Millón; profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

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