Don Manuel Mora Serrano fue un escritor muy querido y apreciado en esta casa de medios de comunicación. Por eso, su muerte nos entristece a todos. En el diario hermano El Nacional inició, desde finales de los años sesenta, sus crónicas literarias, unas sabrosas mezclas de turismo y literatura. Sus andanzas con Freddy Gatón Arce, Osvaldo Cepeda y Cepeda y Freddy Ortiz Landrón eran convertidas en relatos con aderezos linieros. Pero su mayor satisfacción era cuando descubría y daba a conocer un escritor nuevo, fuera poeta o autor de relatos. Era un genuino propulsor de los nuevos valores que se abrían paso en el con frecuencia cerrado mundo de los intelectuales. Don Manuel Mora Serrano escribió novelas, poesías y ensayos. Su obra recibió varios premios, incluyendo el prestigioso Premio Nacional de Literatura que otorga la Fundación Corripio. Su fallecimiento nos entristece a todos en esta casa, repetimos, pero de seguro que ahora compartirá sus crónicas y sus andanzas con los ángeles. Paz a sus restos.

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Reverendo Jacobo James

Este jueves fueron sepultados los restos mortales del reverendo Carlos Jacobo James Ray, quien durante 60 años estuvo dedicado al ministerio del pastorado, la predicación y las enseñanzas de la Palabra de Dios. Fue pastor, por más de 50 años, de la principal congregación de la Iglesia Evangélica Dominicana de la calle 19 de Marzo. Su abuelo y su padre pastorearon congregaciones de la Iglesia Metodista de Wesleyana, una denominación histórica que se instaló en la ciudad marítima en 1824. Don Jacobo, como era llamado por sus cercanos, hizo grandes aportes a la sociedad dominicana desde una iglesia que se ha destacado en servicios médicos, en la educación, en la promoción de los deportes y, particularmente, en la publicación de libros y en el impulso de la literatura y la lectura. Nos solidarizamos con los dirigentes y miembros de la Iglesia Evangélica Dominicana y con su esposa, doña Elvira Pérez, y sus hijos Carlos Jacobo, Nadia Esther y Noel Enriquillo James.