Manuel Morales Lama: “La negociación
es la función por excelencia del embajador”

Manuel Morales Lama: “La negociación <BR>es la función por excelencia del embajador”

POR CLARA SILVESTRE
Manuel Morales Lama es diplomático de carrera. Los 28 años como funcionario le han representado un tiempo valioso de estudio e investigación. Un arduo trayecto, concentrado en el trabajo y sustentado en la firme convicción de que había escogido lo que realmente respondía a su vocación.

Actualmente es embajador de la República Dominicana en Venezuela, función que ejerce desde hace casi un año, en un momento difícil entre ambas naciones, en que incluso se había suspendido el suministro de petróleo. Para su satisfacción, las relaciones llegaron a un punto bastante bueno y a su juicio mejorarán más, debido a que el presidente Chávez, además de que ha manifestado que quiere mucho a la República Dominicana, es un gran amigo del presidente Fernández, y lo apoya plenamente.

Anteriormente había sido embajador en Israel, de lo cual asegura fue una gran experiencia por el hecho de ser un país con una situación muy especial, donde tuvo la oportunidad de desarrollar una labor muy intensa. Pero también, ha sido diplomático en México, Costa Rica, El Salvador y Chipre.

Cuando habla de su trabajo revela el resultado del deber cumplido, “lo que sustenta mi carrera es la calidad en mi trabajo. Realizo mis propios informes y lo disfruto mucho. La función por excelencia del diplomático es la negociación, donde hay que ser un genuino representante del país que se representa, además de estar comprometido en la protección de los intereses nacionales”.

Entre sus responsabilidades se encuentran: la observación e información por medio de la cual se tienen que hacer análisis políticos, informar al país de todo lo que sea de interés, el fomento de las relaciones comerciales, económicas, científicas y culturales, el desarrollo de relaciones amistosas y/o de cooperación.

Destacó que es interesante que los diplomáticos de hoy estén alertas en la canalización de la inversión extranjera hacia el país. “Déjame decirte que tengo proyectos muy específicos, en el sentido de canalizar la inversión venezolana y de otros países, y atraer más el turismo, además de los intercambios culturales. Se están haciendo cosas y vamos a realizar otro encuentro de empresarios; si hay dos países que se parecen en el mundo son estos dos, tienen muchas cosas en común, porque por años ha habido intercambio”.

“DIPLOMACIA CONTEMPORÁNEA”, PREMIO NACIONAL DE DIDÁCTICA

Su libro Diplomacia Contemporánea fue galardonado con el Premio Nacional de Didáctica Manuel de Jesús Peña y Reynoso, que otorgó la Secretaría de Estado de Educación y Cultura en 1997. Hace dos meses se puso a circular la sexta edición, ampliada y actualizada, en la Universidad Central de Venezuela.

La publicación se vende en 16 países de Latinoamérica, lo que lo ha sorprendido gratamente, e incluso en una ocasión que fue a visitar a un diplomático en Marruecos, lo vio en su oficina y le dijo que conocía el libro. Cuando le respondió que lo había escrito un latinoamericano y lo compró en España, le dijo que el latinoamericano se llamaba igual que él. Fue entonces cuando se dio cuenta que era el autor del libro.

“Realmente el libro ha ido más allá de lo que pensaba. Me ha dado muchas satisfacciones, creo que Dios ha sido muy generoso conmigo. El libro ha sido mucho más conocido que yo. El día que mi hijo se encontró con él en una librería en España, me llamó por el celular muy emocionado”.

Para noviembre espera tener listo Memorias Tempranas y una recopilación de sus artículos y conferencias. Ha realizado todos los cursos que ha podido sobre negociaciones internacionales, porque su carrera ha sido su gran pasión, e incluso tiene pensado escribir un libro sobre el tema.

“Para ser diplomático hay que prepararse adecuadamente, a nivel de posgrado especialmente, actualizarse continuamente porque los estudios internacionales llevan una gran dinámica, la experiencia es fundamental, se debe tener una cultura adecuada para el medio, una educación y personalidad. Una persona que sea conflictiva no es adecuada para ese trabajo, hay que estar claro en que la concertación está por encima de la confrontación, ya que esta carrera es de conciliación”.

Manuel Morales Lama nació en Barahona. Se graduó en Dermatología, porque su padre soñó con que fuera médico, pero luego se especializó en  Relaciones Internacionales y Derecho. Tiene 29 años de casado junto a Margarita Vincens de Morales, con quien tiene dos hijos, de quienes apunta: “Mi hijo se graduó de abogado Magna Cum Laude en UNIBE y piensa estudiar Derecho Corporativo en Londres. Mi hija terminó el bachillerato este año en Venezuela y entrará a la universidad a estudiar artes. Es una persona muy interesada por la cultura, su biblioteca es tan completa como la mía de diplomacia”.

Afirma que su esposa y él poseen muchas cosas en común e incluso formas parecidas de educar. Ella escribió el libro María Montez, su vida. Entre sus sueños se encuentran: “Que mis hijos sean cada vez mejores ciudadanos, que se preparen, que desde su posición puedan traer lo máximo de inversión extranjera y desearía que si hay conflicto pueda ser parte de la solución”.

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