Caracas (EFE).- El principal opositor venezolano, Manuel Rosales, pidió ayer al país “perdón” por los errores cometidos en el pasado por la oposición y anunció que luchará para que crezca y se consolide la alternativa de poder que representa.

“Esta lucha apenas comienza y tengo la responsabilidad de construir esta alternativa para que, más temprano que tarde, lleguemos a la victoria”, dijo Rosales en una rueda de prensa junto a su comando de campaña.

Rosales perdió el domingo las elecciones presidenciales, pero logró que más de cuatro millones de venezolanos (el 37 por ciento de los votos) sufragasen por su propuesta, lo que representa un “gran capital político”.

“Anuncio que asumo la responsabilidad de conducir este poderoso movimiento por la nueva democracia social”, reiteró el líder opositor.

Rosales se convirtió en el primer representante opositor de peso en reconocer públicamente los “errores” cometidos en el pasado, que tanto perjudicaron la imagen de la oposición y su valoración entre los venezolanos. El dirigente no especificó cuáles fueron esos “errores”, pero los últimos que se citan en medios políticos son negarse a reconocer la victoria de Hugo Chávez en el referendo presidencial de agosto de 2004 y el boicot a las elecciones legislativas de diciembre de 2005.