Manuel Zelaya crucial referente

Manuel Zelaya crucial referente

El tiempo del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, se agotó para retornar a su país, derrocado por un artero golpe de Estado del Ejército auspiciado por la retrógrada oligarquía, el 28 de junio último. Un primer intento de regresar a Honduras fue accionado por Zelaya el 05-07-09, transportado en un avión que para la ocasión cedió el presidente de Venezuela, comandante Hugo Chávez, pero el Ejército obstrucionó el aeropuerto de Tegucigalpa.

Un segundo intento se produjo el 24-07-09 cuando Zelaya volvió con la decisión de retornar a su país, en esta ocasión por el punto fronterizo de Las Manos, penetrando a territorio Hondureño donde permaneció por dos horas, acompañado por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, y el legendario comandante Edén Pastora.

En esa ocasión, en territorio hondureño, Zelaya estrechó las manos al coronel Luis Recarte, quien no lo arrestó, como predijo sería si ingresaba a Honduras el presidente de facto hondureño Roberto Micheletti, en un claro indicio de que ambos se temen. Era el momento preciso y precioso para que se produjera un contragolpe, al parecer planeado y no materializado, en que Oficiales subalternos arrestaran a la cúpula militar golpista. En vez de respaldar el segundo intento de retorno de Zelaya a su país, la canciller del imperio, Hillary Clinton, desde Bagdad, censuró la actitud y la calificó de “imprudente, porque no contribuye a restaurar el orden democrático y constitucional”, es decir, todo al revés, porque quienes no contribuyen al propósito señalado por Hillary precisamente son los golpistas que quebraron el orden jurídico y la democracia en Honduras. 

El 24 de julio, el subsecretario de Estado adjunto del imperio para América Latina, Thomas Shannon, formuló una recomendación al presidente faccioso Micheletti” a aceptar la propuesta del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, conciliador dispuesto por EU.

Shannon recomendaba aceptar a las partes en conflicto un “gobierno de unidad nacional”, es decir, que la referencia constitucional que encarna Zelaya consintiera formalizar nexos con quienes le derrocaron y rompieron el hilo constitucional, una clara muestra del imperio de donde están sus propósitos ahora nada ocultos en manera alguna. En esa coyuntura, el presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega, identifica claro al “imperio, el sistema, todo lo organizado por EU en el derrocamiento del presidente Zelaya”. En este escenario, es casi un imposible que Zelaya recupere el poder y Honduras la legalidad rota, porque las circunstancias  presagian un retorno a lo que el presidente Juan Bosh estigmatizó en un ensayo intitulado El Pentagonismo, sustituto del imperialismo. 

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