Manzana

Manzana

Equilibrada y nutritiva, la manzana puede ser considerada, sin duda, la reina de todas las frutas. Sus virtudes terapéuticas son muy numerosas y, como dice la sabiduría popular «una al día mantiene alejado al médico.

LA FRUTA ESENCIAL

Pocos frutos de la tierra ofrecen tantos beneficios para la salud como la manzana.

Aunque las cifras de la composición nutricional de la manzana no son espectaculares, su aporte de nutrientes es muy equilibrado.

Una manzana (de 200 g) aporta 22 g de hidratos de carbono, 0,4 g de proteínas, 1,2 g de grasas y 6 g de fibra. En cuanto a su contenido en vitaminas cabe destacar que una sola pieza cubre el 40% de las necesidades diarias recomendadas de vitamina C (12 mg/ 100 g), el 6% de la vitamina B6 y el 5% de la B1 y la E. Y en relación a sus minerales, esta fruta es, ante todo, rica en potasio (144 mg/100 g). También contiene cobre, hierro y calcio.

Otra gran virtud de esta fruta es su notable contenido nutricional en relación con las calorías que aporta (50 calorías/100 g).

TONIFICA Y RELAJA

La manzana es un buen tónico nervioso y muscular gracias a sus azúcares, su abundante fósforo y las vitaminas B y C. La presencia de hierro, muy asimilable, completa esta acción tonificante.

La dextrosa y la levulosa representan lo esencial de los azúcares contenidos en la manzana. Tienen la cualidad de ser absorbidos por el organismo sin que éste deba transformarlos, lo que es interesante de cara a compensar las fatigas musculares. Dado el escaso contenido en sacarosa, es una fruta bien tolerada por los diabéticos.

Es pues recomendable la manzana para las personas fatigadas, estresadas o depresivas, también durante el embarazo y en períodos de convalecencia.

Su contenido en oligoelementos (manganeso, silicio, cobalto, cinc…) contribuye sin duda a mejorar el sistema defensivo.

Al mismo tiempo, contiene varias sustancias favorables al descanso y al sueño.

Igualmente, los componentes aromáticos de esta fruta poseen propiedades antiespasmódicas de interés en este sentido.

La manzana tiene especial interés en casos de artritis, reumatismo o gota. Es alcalinizante y contrarresta el coeficiente acidógeno en estas personas. Las sales que contiene neutralizan los productos ácidos resultantes del metabolismo proteico.

La acción conjunta de las sales potásicas y el tanino facilita la eliminación de ácido úrico. Según Leclerc, una ración diaria de 100 g de manzana consumidos en parte al desayunar, y en parte como postre, produce apreciables efectos antiartríticos.

CONTRA EL COLESTEROL

Numerosas investigaciones han demostrado que el consumo regular, o la cura de manzana, produce una significativa disminución del colesterol sanguíneo.

Esta propiedad se debe en buena parte a la pectina, fibra abundante en la manzana. El modo de acción parece estar basado en la capacidad que tiene la pectina de impedir la absorción intestinal del colesterol.

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