Maquiteria sufre delincuencia e inundaciones de calles

Maquiteria sufre delincuencia e inundaciones de calles

Maquiteria, en Santo Domingo Este, tiene un grave problema: la delincuencia. Lo lamentable es que, según residentes, los delincuentes son gentes del mismo barrio.
Tres víctimas de robo confirman el flagelo. En efecto, Ramón Darío Erazo Pérez, Albania Montero Silva y Henry Cáceres cuentan sus experiencias con menos impotencia que desaliento.
A Erazo Pérez, residente en la casa número 262 de la calle Primera, unos malhechores le rompieron las verjas de hierro y una persiana corrediza, penetraron en su vivienda y cargaron con cinco celulares, 52,500 pesos en efectivo, dos relojes y dos cámaras.
Lo peor fue la actitud de la Policía, cuando puso la denuncia. Erazo Pérez asegura que tuvo que pagar para que el cuerpo del orden pudiera investigar el robo e ir a su casa a recoger las huellas dactilares.
Le dijeron, además, que llevara fotos y vídeos como pruebas del hecho.
Según él, los ladrones, que son “los mismos vecinos”, trataron de amedrentarlo con amenazas por haber puesto la querella.
Su caso guarda estrecha similitud con el de Albania Montero Silva, quien reside a pocos metros y en un segundo nivel.
El pasado lunes, en horas de la madrugada, unos facinerosos violaron la puerta de hierro y la ventana principal, llegaron hasta la misma habitación donde dormía junto a su esposo y su hijo, y se llevaron dos celulares, un nintendo PSP, dinero en efectivo y un par de tennis.
“Es una banda de ladroncitos en Maquiteria”, solo atina a decir, con impotencia.
A pesar de que su esposo puso la querella, la Policía aún no ha ido a la casa.
Los delincuentes usaron el mismo modus operandi para robarle también a Henry Cáceres.
En efecto, rompieron una verja de hierro, violentaron una persiana e irrumpieron en el interior de la vivienda, de donde robaron tres celulares, 9 mil pesos en efectivo, papeles y relojes.
La Policía fue a la casa violentada y tomó huellas dactilares, mas no ha dado con los responsables. El hecho ocurrió el 7 de septiembre en horas de la madrugada, mientras Cáceres dormía en su habitación.
El afectado recibió una orden de arresto contra uno de los sospechosos, quien solo ocasionalmente vuelve al barrio.
Inundaciones. Además de la delincuencia, Maquiteria presenta calles destrozadas y callejones deprimentes.
La calle Principal se inunda de agua cada vez que llueve, llegando a subir hasta un pie de altura, lo que perturba el tránsito y las actividades escolares y comerciales del barrio.
Esa situación es lamentada por Pedro Gregorio Paula y Fernando Jiménez, quienes explican que la alcaldía hizo filtrantes, pero que no ha cumplido su promesa de limpiarlos cada seis meses.
Debido a ese incumplimiento, Ramón Antonio Almánzar debe usar cada día un rastrillo para apartar la basura que se acumula en los contenes.
Mientras hace esa labor, la calle despide olores nauseabundos y efluvios que marean, pues la vía está atestada de aguas sucias y contaminadas.
Además, hay callejones que también se anegan de agua y se convierten en lodazales cuando llueve.

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