BUENOS AIRES (EFE).- Diego Maradona está más flaco, menos reticente al tratamiento e «integrado» al resto de los pacientes al cabo de una semana de internación en una clínica de Buenos Aires especializada en rehabilitación de adictos a las drogas.

Así lo señaló anteanoche uno de sus hermanos, Raúl «Lalo» Maradona, quien habló en un programa de televisión después de que la familia del ex futbolista argentino emitiera un nuevo comunicado para pedir que se respete la «privacidad» de Diego Maradona y que los periodistas que hacen guardia frente a la clínica se retiren.

«Por suerte los médicos nos dicen que día a día va mejorando. La familia está muy unida en la lucha por sacarlo adelante», dijo «Lalo» Maradona al programa «La cornisa».

El hermano del astro del fútbol confirmó que ni siquiera la familia más directa puede ver al ex capitán de la selección argentina, pues el tratamiento exige el aislamiento del paciente para librarle de «impactos emocionales», aunque van a diario a la Clínica del Parque a interesarse por su evolución.

«Lalo» Maradona, también dedicado al fútbol, dio por sentado que el tratamiento va a ser «prolongado». Diego «estará varios meses internado para recuperarse de su enfermedad, aunque no se sabe si en la misma clínica que está ahora», dijo.

El ex futbolista, de 43 años, está recluido en la Clínica del Parque, situada en una zona residencial de la capital argentina, desde el pasado 11 de mayo para tratarse de su adicción a las drogas, después de haber superado una grave crisis cardiorrespiratoria por la que estuvo hospitalizado varias semanas.

Diego Maradona «está integrado a los otros internos» de la clínica psiquiátrica y «bajó de peso, como seis o siete kilos», manifestó «Lalo».

«Es normal que tenga que compartir (la terapia) con todos por más que sea Maradona», añadió.

Aunque reconoció que su hermano no está en la clínica por propia voluntad, sino porque la familia lo decidió así por su bien, «Lalo» Maradona dijo que ahora está menos reticente a tratarse.

«Creo que está aceptando los remedios, está poniendo el esfuerzo mayor para salir adelante y curarse», subrayó el hermano menor del astro del fútbol mundial.

«Los médicos nos dijeron: o lo hacen o Diego corre el riesgo de que le pase algo. No me importa si se enoja conmigo. Se puede enojar uno o dos meses, o un año, pero lo importante es que después viva treinta años más», agregó.

La familia de Maradona, que está separado de Claudia Villafañe, con la que tiene dos hijas, Dalma y Giannina, emitió el domingo un comunicado en el que señala que para su recuperación es «fundamental» resguardar «la privacidad» del ex futbolista y que haya «silencio y tranquilidad» en el entorno de la clínica.

«Pedimos que se retiren los móviles de canales de televisión, radios, diarios y revistas. La privacidad es fundamental para el tratamiento. Son razones humanitarias las que no llevan a reclamar este gesto», destacó la familia Maradona en un comunicado, en el que también agradece el «aliento» recibido.

No es la primera vez que los Maradona hacen esta petición, aunque por ahora no han sido escuchados y los periodistas siguen a la afueras de la Clínica del Parque y haciendo conjeturas sobre el estado de Maradona y como es el tratamiento que recibe.

En el comunicado, los familiares resaltan que el «Pelusa» está «bien atendido».

La propia clínica pidió a la justicia que nombre un veedor o curador para que siga el tratamiento de Maradona, dado que el ex futbolista no dio su consentimiento para el tratamiento de rehabilitación.

«Toda la familia está tirando del mismo tren y dándose cuenta de que esto es el único bien que se le puede hacer a Diego», dijo «Lalo» Maradona.

«Me siento bien, convencido de lo que estamos haciendo. No sé si lo hubiésemos hecho antes por lo que era todo el entorno de mi hermano, pero estoy contento con el paso que dimos ahora», indicó.