Maradona no respira por sus propios medios

Maradona no respira por sus propios medios

BUENOS AIRES (AP).- Diego Maradona volvió a necesitar auxilio mecánico para respirar y sigue en terapia intensiva, dijeron el sábado sus médicos, mientras en las afueras del sanatorio donde se encuentra el astro reinaba un silencio solidario, a diferencia del bullicio de otros días.

Su estado de salud también continúa con «pronóstico reservado» y su evolución «aun de ser favorable, se prevé lenta y trabajosa dada la gravedad del cuadro», agrega la información de la Clínica Suizo Argentina, donde el astro se encuentra internado desde el domingo.

Un día después de que se le quitó el respirador artificial, Maradona volvió a necesitarlo otra vez, en un día gris y frío.

«Se decidió la reposición del tubo endotraquial para apoyo respiratorio intermitente y manejo de secreciones branquiales», dice ese parte al referirse a este nuevo episodio.

Después, aclara que esa situación «no se debe a un empeoramiento» de la salud de Maradona, la cual es de gravedad ya que está afectada por problemas cardíacos y pulmonares.

Un detalle llamativo es que el parte empieza diciendo que estas novedades se hacen públicas «con autorización de familiares del paciente», es decir de Maradona. Es la primera vez que se hace alusión a eso.

Las autoridades de la clínica, en el barrio norte de la ciudad, una de las más prestigiosas del país, dijeron que recién el domingo habría una nueva información oficial.

A todo esto, frente a la clínica sólo se escuchaba el murmullo de periodistas y de no más de unos 30 fanáticos de Maradona. Y los automóviles que pasaban por el lugar ya no hacían sonar sus bocinas, como en días pasados.

El silencio fue un expreso pedido el viernes de las hijas del «10», Dalma y Gianina, ante el anuncio de que para este sábado se iba a realizar un «banderazo» en aliento a Maradona, lo que hubiese quizás derivado en una gigantesca y ruidosa concentración en el lugar.

«Hoy papá quizás esté jugando el partido más difícil de sus días», dijeron sus hijas en un comunicado a la prensa.

Mientras mermó la cantidad de fanáticos en el lugar, lo que se multiplicaron fueron las fotos, frases y leyendas en la puerta y las tres paredes del sanatorio.

Rosarios cuelgan de un vallado de seguridad que separa al periodismo de curiosos y fanáticos y varios fieles rezaban el sábado en voz muy baja. El lugar, era lo más parecido a un santuario.

«La mano de Dios, en las manos de Dios», decía uno de los carteles, en un juego de palabras con la frase que Maradona acuñó luego de un gol con la mano a Inglaterra en el mundial de México en 1986, cuando fue la gran figura de un Argentina campeón.

«No afloje, maestro. Argentina está con vos», era la leyenda de otro cartel.

A su lado, se veía una fotografía de Maradona con la camiseta de la selección, con un puño en puño en alto y gritando un gol y sobre ella esta frase: «Gracias Diego, por lo feliz que me hiciste».

Mirando esa foto estaba Carlos María Zanabria, un jubilado de 72 años, quien llevaba de una soga a un pequeño perrito.

«Vengo de vez en cuando y hoy me dan ganas de quedarme acá… Hasta que Diego salga del sanatorio», dijo Zanabria.

«El pibe de oro» arribó al país el 22 de marzo pasado tras un año de ausencia.

Reside en Cuba desde el 2000, poco después de que en enero de ese año sufrió una crisis de hipertensión y arritmia cardíaca, la cual se atribuyó a su admitida adicción a las drogas.

Maradona estuvo internado en una clínica de rehabilitación en La Habana.

Durante su exitosa carrera de dos décadas, Maradona jugó en los equipos locales Argentinos Juniors, Boca y Newell’s Old Boys, en los españoles Barcelona y Sevilla y en el Napoli de Italia, un club que usualmente peleaba los últimos lugares y al que hizo grande.

Fue capitán y figura del seleccionado nacional que ganó el mundial de México en 1986 y el que salió segundo en Italia cuatro años después.

También jugó en los mundiales de España en 1982 y el de Estados Unidos en 1994, donde fue retirado de la competencia por uso de drogas prohibidas.

En total, Maradona jugó 695 partidos en los que marcó 353 goles.

Y en una votación de la FIFA en 2000 en la internet, entre los aficionados al fútbol, Maradona resultó elegido como el mejor jugador en la historia del balompié.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas