BUENOS AIRES (AP) _ El médico personal y las hijas de Diego Maradona afirmaron que el ex astro de fútbol se recupera favorablemente de su adicción al alcohol, que le provocó una hepatitis tóxica, y no descartaron que continúe su tratamiento en el exterior.

«Está mejorando, pero nos movemos día a día. Es sorprendente la rapidez con la que se incorporó», dijo el sábado su médico personal, Alfredo Cahe, a Radio 10.

El médico sostuvo que prefiere que el tratamiento de recuperación se realice en Argentina. «Es lo ideal, porque fuera del país se complica porque yo tendría que viajar cada seis o siete días», afirmó.

Pero no descartó que Maradona pueda ser trasladado al exterior y, en ese sentido, sostuvo que «si tendría que recomendar un lugar para ir, es Cuba. Más que nada por el nivel de profesionales que hay allí».

Maradona se encuentra internado desde hace una semana en la clínica Avril, un centro psiquiátrico del barrio de Almagro, en esta capital, para tratarse por el consumo excesivo de alcohol.

Esta adicción le provocó una hepatitis tóxica, por la que estuvo hospitalizado en dos oportunidades en el último mes.

En la noche del viernes, las hijas del «10», Dalma y Gianina, también develaron algunos detalles de su salud durante la emisión del programa que conduce Susana Giménez.

«Está consciente que tiene que recuperarse. Estamos contentas porque él fue con la intención de internarse», dijo Gianina Maradona.

«Ya tiene el setenta por ciento del hígado funcionando perfectamente y eso es lo que también lo alienta», agregó.

En tanto, Dalma Maradona dijo: «Queremos aclararle a la gente que lo quiere ver bien que en realidad es más lo que se dice que lo que es… Hoy él decide estar ahí y está bien… Se quiere recuperar y nosotras estamos de acuerdo».

Esta es la octava internación de Maradona en 10 años. En el 2000 y el 2004 el capitán del seleccionado campeón mundial en México en 1986 estuvo al borde de la muerte por su adicción a la cocaína, un problema que según sus médicos ya ha sido superado.

En el 2004, Maradona, de 46 años, pasó varios meses primero en una clínica de rehabilitación de Buenos Aires y luego en un centro de salud en las afueras de La Habana para rehabilitarse por el uso de drogas.