Maradona sigue grave; es custodiado por policías

Maradona sigue grave; es custodiado por policías

BUENOS AIRES (AP).- La seguridad sobre Diego Maradona fue reforzada ayer miércoles, mientras que su estado de salud seguía siendo de gravedad y en las afueras del sanatorio donde está internado decenas de personas rezaban por él.

Un par de policías custodiaban la sala de terapia intensiva donde se encuentra el genio del fútbol, después que trascendiese que una persona habría sido detenido por haberlo fotografiado en su lecho de enfermo.

El parte médico de la jornada señala que Maradona continúa con «pronóstico reservado», es decir que no se puede decir a ciencia cierta que será de su futuro, y conectado a un respirador artificial.

En definitiva, no hubo cambios en su estado de salud desde que ingresó al sanatorio Suizo-Argentino, en la zona norte de esta capital, con problemas cardíacos y pulmonares.

La información destaca que el estado de Maradona «sigue requiriendo drogas» para mantenerlo sedado y que no hubo necesidad de modificar los antibióticos que se le venían suministrando.

Ese parte, como en días anteriores, fue entregado en manos por un empleado del sanatorio, pero sin la firma de ningún médico, solo con el membrete del sanatorio.

Y por primera vez, el médico personal del «10» Alfredo Cahe no habló con la prensa, tal como lo hizo durante estos días. Cahe apenas se hizo ver cuando entró a visitar a su paciente.

En su última aparición pública el martes, Cahe dijo que la internación de Maradona demandaría «largo tiempo».

A todo esto, la seguridad sobre Maradona fue reforzada después que en la noche anterior fue detenida una persona que habría fotografiado a Maradona en la sala de cuidados intensivos.

Pero la AP llamó a la comisaría que debería haber intervenido en al arresto, porque está en jurisdicción del sanatorio, y un vocero dijo que no había detención alguna relacionada con ese presunto episodio.

Las visitas a Maradona siguen siendo muy restringidas y los que pueden verlo son sólo sus familiares directos, como su ex exposa Claudia Villafañe y sus hijas Giannina y Dalma Nerea.

Afuera del sanatorio, suelen apostarse no menos de 200 personas a cualquier hora, ávidos por novedades.

Los periodistas están separados de la multitud por un vallado de hierro.

De esas vallas cuelgan rosarios y estampas de vírgenes y santos.

Bastante a menudo, varias personas se ponen de acuerdo y empiezan a rezar en voz alta por la salud de Maradona.

«Le pedimos a Dios y a la Virgen que lo salve», dijo a la AP Horacio Bernárdez, un camionero de 52 años que se vino de la provincia de Salta, en el norte del país, para enterarse en el lugar sobre la salud de Maradona.

«Dios está en el cielo y hay otro dios en la tierra que es Diego y aquí se quedará», dijo María Morales, una empleada doméstica que estaba aferrada a una estatua de la Vírgen María.

Además de ser una especie de santuario, los alrededores del lugar también se asemejaban a una cancha de fútbol.

Dirigidos por conocidos hinchas de Boca Juniors, el club de los amores de Maradona, la multitud entona todo el repertorio que se canta en una cancha, mientras agitan banderas, carteles y pancartas.

Algunos, enfundados con camisetas de Boca, dan especies de vueltas olímpicas por el lugar y arrojan papelitos al aire mientras cantan: «Olé…Olé, Olé.. Diego, Diegooo».

Tanto griterío, llevó a las autoridades de la clínica a difundir un comunicado el martes pidiendo mayor respeto para «los 170 enfermos que al igual que Maradona merecen mayor respeto y el derecho a una internación digna».

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