San Pedro de Macorís.- Barceló, un ícono de la dominicanidad, ha tenido un importante protagonismo dentro del sector industrial como productor de ron.

Sinónimo de tradición y calidad, ron Barceló ha sido un emblema de la industria nacional durante décadas, posicionándose como uno de los mejores rones del mundo y como uno de los principales productos de exportación de la República Dominicana.
Sin embargo, no fue hasta el año 2002 cuando la marca alcanzó su mayor ímpetu, al realizar una alianza estratégica con un grupo de empresarios internacionales, quienes crearon una fuerte estructura de exportación exclusiva para la venta del ron. Este esfuerzo se vio recompensado con el inmediato repunte del volumen de sus exportaciones.

Para el 2006 la marca se vio reforzada al ser adquirida por el grupo empresarial Rones Finos del Caribe, S.A. (ROFICA), dando paso a la conformación de la empresa Ron Barceló, que preserva su prestigio y tradición de una parte de la tercera generación de la familia Barceló y la familia García, quienes conservan el espíritu de la excelencia de la marca que data de inicios de los años 1930, y complementan la visión global y de expansión internacional de sus nuevos socios.

Desde entonces, la marca Barceló ha alcanzado niveles récord de producción, que ascienden a los 2.3 millones de cajas al año, comercializadas en más de 50 países, siendo uno de los principales productos nacionales de exportación. “Estas cifras le merecieron a la marca ser galardonada en 2014 con el premio Gran Exportador en el Reconocimiento a la Excelencia del Sector Exportador que otorgamos en la Asociación Dominicana de Exportadores, al que también fue nominada en 2015”, expresó Álvaro Sousa, presidente de la entidad.

Aportes. Con estos volúmenes de fabricación y ventas, apuntan ejecutivos de la empresa, esta se ha convertido en un importante contribuyente de la economía nacional, con un aporte anual al fisco de más de 1,500 millones de pesos. La producción del ron Barceló ha experimentado, además, mejoras significativas que incluyen especialización de los procesos, que se traducen en mejor calidad del producto; también de ajustes en los parámetros de eficiencia energética y medioambiental, capacitación del capital humano y la certificación internacional de todas las operaciones.

Precisan, además, que los altos parámetros de calidad alcanzados por la marca no solo le han permitido obtener la fidelidad de sus consumidores sino también incrementar su ritmo de expansión en los mercados internacionales, pasando de ser el ron número 38 en el mundo a ocupar la octava posición, y la cuarta como ron de exportación. El crecimiento ha sido reflejado también en un incremento considerable de su empleomanía, que ha aumentado de 695 en el 2002 a más de 2,500 empleos directos e indirectos en 2015, sumando la destilería y planta de producción de ron.

Cambios, producción. Uno de los cambios más importantes que ha experimentado la elaboración del ron Barceló en la última década, ha sido la creación de la destilería Alcoholes Finos Dominicanos (AFD) para la producción local del alcohol que sirve de materia prima para la obtención del prestigioso ron dominicano. En esta destilería se procesa el jugo de la caña hasta obtener alcohol etílico al 95%, que alcanza una producción de 50,000 litros diarios.

Según explicó Alberto Nogueira, director general de Ron Barceló, esta parte del proceso de producción es una de las más delicadas “porque la destilación produce diferentes tipos de alcoholes, que deben ser debidamente separados para obtener el producto apto para el consumo humano, y en específico “para la elaboración de nuestro ron que requiere unas características muy particulares”.

José Alberto García, miembro del Consejo de la empresa, comentó que el ron es añejado en barricas de roble blanco americano, importadas desde Kentucky, Estados Unidos, las cuales han contenido durante cuatro años el whisky Bourbon.

Mientras que José Rafael Barceló, también miembro dominicano del consejo de Ron Barceló, refirió que si bien la barrica es esencial para la producción del ron, un buen producto requiere de “cuidados especiales, que incluyen el añejamiento a temperaturas adecuadas y en un ambiente controlado en las bodegas, alejado de elementos químicos que pudieran interferir en el proceso de añejamiento del producto y donde se puedan mantener niveles favorables de calor y humedad”.