Marcela Gándara y Lilly Goodman: ¡extraordinarias!

Marcela Gándara y Lilly Goodman:  ¡extraordinarias!

Las sublimes voces de las artistas cristianas Marcela Gándara y Lilly Goodman se fusionaron el pasado viernes, en una noche de exaltación al Creador, donde miles de personas se sumaron al fluir de las alabanzas que estremecieron el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto en el concierto “Una Noche Para Cristo”.

Manos elevadas en agradecimiento, lágrimas de arrepentimiento y regocijo colectivo fueron los efectos especiales intangibles, pero muy perceptibles que matizaron la atmosfera provocado por la intensidad de las canciones de la mexicana y la dominicana, que sin dudas hicieron descender la presencia de Dios en las casi 5 horas que duró el bien presentado recital.

Marcela Gándara no tuvo presentación, solo bastaron los acordes de su primera canción “Cascada” para que el público la recibiera de pie, entre gritos y aplausos a las 8:38 de la noche, a lo que ella ripostó con un “buenas noches, ¿Cómo están?, para seguir con su pop rock en los temas “Contigo quiero Caminar” y “Algo Nuevo”.

Vestida de negro todo el camino junto a una banda de 4 músicos, tocó los corazones con “Cerca Estas” (con su vídeo proyectado en las pantallas gigantes en el escenario y “Dame tus Ojos” y “No Hay Distancias”.

Pero la emoción se desbordó con “Supe que me amabas”, pues la multitud y Marcela provocaron el efecto de coro celestial al entonarlos a todo pulmón. Marcela se toma una pausa para hacer un paralelismo con la historia del hijo prodigo y el amor de Dios para con las personas. Y seguir acelerando con la sorpresa navideña de “Noche de Paz”, donde aparece por primera vez Lilly Goodman para cantarla a duo.

Su mensaje al público se centró en que las cargas deben ser depositadas en Dios. El público no dejó de cantar con Marcela su mix de éxitos “Tu estas aquí”, (de Jesús Adrian Romero), “Creo en ti”, “En tu hogar”, “Girando hacia ti” y cerró con el saca lágrimas “Un largo viaje” marcando las 9:57 de la noche.

Quince minutos más tarde, hace su entrada la dominicana residente en el extranjero Lilly Goodman con un torrente de canciones seguidas, donde estuvieron “Es mucho Más”, “Sin miedo a nada”, En ti me quedo y Guerrero Valiente.

Ataviada con vestido de cola amarillo y con 5 músicos, donde repite el tecladista que tocó con Gándara, Daniel Fraire, la dominicana tuvo en los medley el fuerte de su concierto, ya recordaron sus inicios en el país con esos temas imborrables de la memoria del público, que se oyeron a todo dar: “Puede ser”, “Sin dolor”, “Su puedes creer” y “No importa”.

Lilly hace juego con su voz y un poco más relajada se muestra más conversadora, reconoce que se extiende un poco y retoma con su angelical voz a darle más ritmo al ambiente con “Comienza a vivir”, “El Equipaje”, “Yo sin ti”, donde el público hasta improvisó coreografías.

Goodman, en las casi dos horas que duró en tarima, recibió el cariño de su gente, que hasta las 12 de la medianoche prácticamente no se movió de su asiento, disfrutando cada segundo de su calidad interpretativa. Otro variados integrado por sus hits “Mejores Tiempos”, “Sobreviviré”, “Alma en Libertad”, “Una vida no me da”, dejó satisfecho a público que pocas veces se sentó.

La destacada cantautora que de la zona de Villa Mella, ha conquistado al mundo, oró por la nación y exclamó repetidas veces: “Declaramos Dios, Patria y Libertad..!”.

El cierre. Aunque a las 11:30 algunas personas comenzaron a salir del recinto, Lilly le extendió media hora más de show, a los que parecían sembrados a su lugar, extasiados por sus temas y les entonó “Cúbreme”, “Al Final” y “Destellos de vida” para culminar con un apagón en el escenario la velada de alabanzas celestiales.

Zoom.
Algo más

Para la apertura del concierto. La agrupación Fuente Q, fue la responsable de abrir el concierto. Con una propuesta de depurada calidad musical, los chicos brindaron sus mejores temas. Iniciando con “Tú has sido fiel”, “Tú estás aquí”, “El Amor tiene un nombre” y sus más recientes cortes musicales “Magnifico” y Maravillas veré”. La participación de Fuente Q tuvo gran impacto en los presentes.

Prolongada espera. Debido a las ganas de disfrutar de la propuesta de sus artistas, el público criticó el espacio de casi 30 minutos que se tomó entre la participación de Fuente Q y Marcela Gándara; igual de desesperante fue para la entrada de Lilly Goodman al escenario. Ese tiempo para hacer los cambios, la producción bien pudo usar algún recurso de entretenimiento para hacer menos pesada la espera de los presentes.

Cobro de los parqueo. A la entrada al Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, hombres con chalecos del Ministerio de Deportes guiaban a los vehículos a la zona de parqueo y ya dentro, sorpresivamente exigían dinero a los asistentes, lo cual no era necesario. Esto causó disgusto en gran parte de los asistentes al concierto.