Los Ángeles, EE.UU. Por manido que sea el tópico, la felicidad que irradia el rostro de Marcelinho Huertas no deja lugar a dudas de que realmente el brasileño ha cumplido un sueño al llegar a la NBA, y más aún al enfundarse la camiseta de Los Ángeles Lakers.
“Es el equipo que mostró un mayor interés en mí”, dijo el base en su primer encuentro con los medios locales en las instalaciones del Toyota Sports Center, en El Segundo, la sede donde entrena la franquicia californiana.
“Esta camiseta es una de las más deseadas del mundo. Me quedé sin palabras cuando supe que los Lakers me daban esta oportunidad”, manifestó el jugador de 32 años, que viene de disputar las últimas cuatro temporadas con el Barcelona.
“Después de haber evolucionado como jugador, de haber ganado títulos y de haber tener éxito en Europa, por primera vez me vi ante la oportunidad de salir de mi contrato sin pagar una gran cantidad para irme a la NBA. Quería dar el salto y éste me parece el escenario perfecto”, declaró el brasileño.
Huertas admitió que manejaba varias ofertas de Europa, pero también tenía claro que quería “asumir este riesgo». “No quería quedarme en Europa sólo por la seguridad de tener un trabajo. Quería lograr este sueño. Eso es más importante que el dinero. Si fuera por dinero -subrayó-, me hubiera quedado en Europa».
De hecho, según el diario Los Ángeles Times, el base tendrá un contrato no garantizado por el que cobrará algo más de medio millón de dólares, una cifra muy por debajo de la que venía ganando en España.
Apenas lleva un par de días en Los Ángeles y aún no termina de asimilar su nueva realidad, pero Huertas ya ha podido compartir entrenamientos con los que serán sus compañeros e incluso con Metta World Peace, quien, según los rumores, podría unirse a las filas angelinas próximamente.
“Cuando eres niño, sueñas con jugar al basket y hacerlo en la NBA. Todos lo queremos. Yo no era diferente.