Marcelino San Miguel II

<p>Marcelino San Miguel II</p>

JOSÉ LUIS DE RAMÓN
Este año el premio Nóbel de la Paz se le ha otorgado a Muhammad Yunus. El premio es considerado también como un premio Nóbel de Economía, al haber sido concedido por sus contribuciones al desarrollo económico a través del Banco Grameen, “el banco de los pobres”, que ha llevado crédito a 6.6 millones de microempresarios muy pobres (la mayoría mujeres) con una tasa de repago del 99%…sin firmar contratos y sin garantías de ninguna especie.

El Banco Grameen es como el moscardón, que aerodinámicamente no debería volar, pero como no lo sabe, vuela de todas maneras.

En el país, el programa existe con resultados extraordinariamente satisfactorios porque Marcelino San Miguel II tomó otra decisión a su estilo, de esas que como asesor me dan pánico. Le pareció suficientemente radical e innovadora la idea, pensó que en el país había “mercado” (aunque todo el mundo estuviera en contra) y procedió a ejecutarla, con su dinero.

Antes de Fundación Arcángel, que ejecuta el programa Grameen, vino CICLA. Un buen día, poco después de haber concluido el proceso de deshacer el Trust familiar, vendiendo la ultima de las empresas, y tras haber convenido conmigo (que me creía con alguna influencia, debo añadir con una sonrisa) que se estaría tranquilo por seis meses, creó a CICLA, empezando desde cero.

La fundación de CICLA, el centro de información de crédito, merece un premio nacional de economía. Gracias a CICLA ha sido posible para la clase media acceder a crédito bancario, pasando a miles de personas del anonimato a clientes de la banca. Antes de CICLA, las personas que no tenían referencias comerciales especificas no eran nadie. Los préstamos para carros se obtenían en Financieras, a tasas altísimas. Con CICLA, usted sólo tiene que demostrar su carácter pagando bien y es apetecido cómo cliente para todos los bancos del país. Ahora los bancos hacen ferias para carros y apartamentos.

Marcelino es el padrino de estos créditos.

No voy a comentar el currículo de un hombre que lo ha ocupado todo, en las organizaciones empresariales tanto en las corporativistas como en las filantrópicas. Para mí, Marcelino San Miguel es una figura determinante en mi vida y en mi carrera. Aparte de las oportunidades brindadas, Marcelino fue quien me explicó dónde terminaban los límites del agradecimiento y dónde empezaban los de los de la identidad y la independencia.

Celebro el Nóbel de Yunus con Marcelino y su esposa y principal colaboradora, Belkys. La vida le ha proporcionado una bella familia y éxito empresarial. Ahora es participe de un proyecto que gana un Nóbel.

Por favor Marcelino, invéntate otra.

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