Marcell Ozuna debutó la noche del jueves con los Gigantes del Cibao, en el campeonato de béisbol invernal dominicano, iniciando de esta manera su camino de regreso al béisbol profesional, en un año marcado por una lesión, un arresto y visitas a los tribunales.
Luego de conseguir un contrato por cuatro años y 64 millones de dólares en febrero pasado, parecía que Ozuna había dado el paso correcto en una carrera productiva y estable en las Grandes Ligas, pero todo eso cambió el 25 de mayo, cuando jugando ante los Medias Rojas de Boston, el jardinero se dislocó los dedos anular y medio de la mano izquierda, al deslizarse en la tercera base.
Tres días más tarde, el 28 de mayo, agentes del departamento de Policía de Sandy Springs, en Georgia, acudieron al hogar del jugador de los Bravos, a quien arrestaron y declararon haberlo encontrado ahorcando y golpeando con el yeso de su brazo a su esposa.
Esta situación fue enfrentada por Ozuna, quien acordó estar seis meses bajo supervisión de las autoridades en un programa de 24 horas de intervención familiar y realizar 200 horas de servicio social.
Durante este proceso, Ozuna logró recuperarse de su lesión, pero la MLB y la Asociación de Jugadores extendieron su suspensión administrativa por el hecho, evitando de esta manera que el pelotero dominicano pudiera accionar en los playoffs y en la Serie Mundial con los Bravos, quienes se coronaron campeones.
A pesar de no poder estar en el Clásico de Otoño, Marcell recibirá su anillo de campeón, ya que antes de estos sucesos accionó en 48 partidos con los Bravos, en los cuales logró una línea ofensiva de .213 con siete jonrones y 26 remolcadas.
Uniformarse con los Gigantes en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom), en la cual no participaba desde el torneo del 2015, es una oportunidad para Ozuna, de reencontrar ese camino, que pareció haber perdido en un año lleno de dificultades. La Lidom fue el primer lugar donde el veterano jardinero probó que contaba con la calidad necesaria para accionar al nivel de las Grandes Ligas.
La pelota dominicana es un escenario donde Ozuna puede recuperar esa estabilidad y confianza que en ocasiones suele perder un atleta, cuando enfrenta los problemas de carácter personal con los que ha tenido que lidiar durante este 2021.
El hecho de verse nuevamente rodeado de compañeros que confían en su capacidad de producir y un público que lo aupará, junto al nivel de juego que se experimenta en la liga invernal, contribuirá en ese camino que deberá atravesar antes de volver a un estadio de liga mayor, donde probablemente enfrente un mayor escrutinio por sus acciones, del que experimentará en la República Dominicana.
En su primer juego este jueves, Ozuna disparó un imparable y dio su primera vuelta al cuadro, marcando con esto el primer paso, de un recorrido lleno de retos, para regresar al béisbol de las Grandes Ligas.