Marcha con el rosto al viento

Marcha con el rosto al viento

En la actualidad se están moviendo dos procesos: Por un lado, el gobierno pone en movimiento su atropellante iniciativa para crear una nueva Constitución a la medida de sus intereses y el de sus socios, y junto a ello, impulsa un plan para controlar los principales medios de comunicación y el grueso de quienes forman la opinión pública, no solo comprando conciencias, sino formando jóvenes talentos en el exterior. Todo ello se desarrolla alrededor de la poderosa Fundación Global, y en menor grado, de un marchito PLD, que ha llegado a ser la antítesis de las prácticas del profesor Bosch.

Otro proceso es el despertar de nuevas formas de lucha. Es sabido que siempre ha habido luchas, pero el grueso de estas han marginado al pueblo de las mismas, y han estado generando vientos para el molino del gobierno y de una «oposición» perredeista que ni siquiera está en capacidad de aprovechar estos favores que le hacemos desde la izquierda y el movimiento popular.

Ahora la rabia del pueblo se viene canalizando desde otro horizonte político y desde otros métodos. Marcan el camino San Juan de la Maguana, la marcha de los maestros desde Baní a la Capital, la marcha de los bonaenses hasta la capital, y muchas de las numerosas huelgas y procesos de lucha que se han venido realizando en Santiago, San Francisco, Nagua y muchos otros puntas de la geografía nacional.

Los rostros al viento; que la violencia la pongan los policías y el gobierno; énfasis en el carácter pacífico y justo de las protestas. Tractores, mulos, camiones, motores, miles de pobladores, de cara al viento, tomando calles y carreteras. Coordinaciones provinciales y regionales, generadas por las gentes con rabia acumulada y determinación de luchar.

Empieza otra lucha decisiva: la lucha por salvar a Los Haitises, donde el gobierno ha desalojado violentamente a los campesinos y ha dado permiso a una Fábrica de Cemento para instalarse en las tierras reservadas para asentar a los miles de familias desalojadas de la principal fuente de agua del país.

Parece que el Presidente se va a reunir con los productores de habichuelas. Allí habrá promesas para parar el incendio. Pero el gobierno no va a ceder en su plan en contra la producción nacional, por una constitución hecha a su media y por pervertir la conciencia moral de los dominicanos y dominicanas, que es el terreno donde sus funcionarios se mueven con gracia.

Rostros al viento. Marchas pacíficas. Coordinación regional. Es posible que las armas del gobierno pierdan su filo. ¡Atención a los próximos episodios de esta lucha, que recién empieza!

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