MEXICO. AFP. Unas 12,500 personas participaron ayer en la tercera marcha convocada por el excandidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, en rechazo de las reformas energética y fiscal del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

«Marcharon unas 12,500 personas en calma, no se registró ningún incidente», comentó una fuente de la secretaría de Seguridad Pública. La marcha concluyó con un mitin en la avenida Reforma, la más importante de México, donde López Obrador reiteró su rechazo a la reforma del sector energético del Ejecutivo, porque en su opinión «busca privatizar» ese sector «en agravio del pueblo» y de la «soberanía».

La reforma propuesta al Congreso por Peña Nieto busca permitir la participación de empresas extranjeras en la exploración y explotación de pozos petroleros en aguas profundas a través contratos de utilidad compartida. «Es decir, quieren compartir con las compañías petroleras extranjeras las ganancias del pueblo y de la nación», dijo López Obrador en el mitin.

«Sabemos también que para compensar el desfalco que dejaría el traslado de la renta petrolera hasta el 50% a empresas extranjeras, pretenden aumentar impuestos» con la reforma fiscal que también analiza ya el Congreso, añadió el político. López Obrador propuso al gobierno en la marcha del 22 de septiembre una consulta pública sobre la reforma del sector energético.