HOUSTON, Texas, EE.UU. (AP) _ Cientos de inmigrantes acompañados por defensores de sus derechos marcharon por barrios habitados mayoritariamente por mexico-estadounidenses para reclamar una política inmigratoria que permita a los indocumentados mantener unidas a sus familias y fortalezca la economía de Estados Unidos.

Entre 300 y 400 participantes con tambores y silbatos portaban carteles y banderas de los dos países. Un cartel decía, «Hoy marchamos, mañana votamos’’.

Greace Bandercan, de cinco años, portaba un cartel que decía, «Mami y yo somos estadounidenses, pero por favor no deporten a papi’’.

El padre de Grace, Hugo Bandercan, es un obrero de la construcción inmigrante que paga impuestos y está gestionando la residencia. Según su madre, Elizabeth, maestra de escuela, la familia vive con el miedo constante a la deportación, dadas las dificultades burocráticas para obtener la residencia.

Grupos estudiantiles, de trabajadores y activistas participaron en la marcha de unos 1.600 metros (una milla) desde la iglesia de la Inmaculada Concepción hasta un parque, donde se concentraron bajo el lema de Libertad para las Familias.