POR CARLOS N. GÓMEZ
Marco Antonio Barrera, ídolo del boxeo en su pueblo, México, ¿estará en capacidad de frenar los ímpetus del devastador peleador filipino Manny Pacquiao?
La pregunta viene a cuentos, según analistas, en razón -dicen- de que Barrera «ya está en el último tramo de su gloriosa carrera profesional»
Precisan que es el veterano gladiador mexicano, con un respetable expediente profesional de 64-5 con más de 40 victorias por nocaut y conquistador de tres coronas mundiales en diferentes categorías, quien tendrá que dar respuesta a la pregunta.
El 13 de octubre, en un hotel de Las Vegas, estado de Nevada (Estados Unidos), Pacquiao y Barrera subirán al cuadrilátero para contender por el título «internacional» del peso ligero júnior que avala el Consejo Mundiald e Boxeo (CMB).
Esta es una faja «especial» que entra en las nuevas estructuras del Consejo Mundial, organismo que durante más de 30 años lidera el veterano directivo deportivo mexicano José Sulaimán.
No es un combate en el que se disputará una faja del mundo…¡y tampoco despierta tanto interés entre la exigente fanaticada del boxeo!.
Sin embargo, este pleito sí tendrá importancia para el ego de Barrera…y para los fanáticos mexicanos.
Hay una sencilla razón que justifica que Barrera haya aceptado enfrentarse a Pacquiao: Desquitarse la amarga derrota que el peleador oriental le asestó en el 2004.
Fue un fracaso que Barrera nunca esperaba.
Y mucho menos la prensa deportiva de México que siempre se ha botado en elogios para el estelar púgil azteca. Barrera había manifestado su interés de ir por la reconquista del título de las 130 libras.
En la ocasión dijo que no descartaba enfrentar al dominicano Joan Guzmán, campeón ligero júnior versión Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Más dinero…¡y por la venganza!
Los expertos señalan que Barrera, además de que ante Pacquiao devengará una buena bolsa -quizás una ganancia de unos 3.0 ó 2.5 millones de dólares-, decidió aceptar el combate porque tendrá la oportunidad de vengarse del fracaso que sufrió en el 2004 ante Pacquiao de quien perdió por nocaut en el undécimo round.
No quiso, indican los expertos, ariesgarse frente a Joan Guzmán.
Y es que el boxeador está consciente de que el quisqueyano está en su momento, con una dura pegada, excelentes condiciones físicas, al tiempo de que en pleito con el monarca de la OMB no ganaría buen dinero.
Asimismo, el bravo pugilista mexicano estuvo a punto de colgar los guantes después de caer, en una reñida reyerta, ante su paisano Juan Manuel Márquez.
Márquez le arrebató el cinturón cemebeísta de las 130 libras a Barrera.
El comité de campeonatos mundiales del Consejo Mundial de Boxeo estaba en disposición de ordenar una revancha Márquez-Barrera.
Pero Barrera dijo que no aceptaba volver a pelear con Márquez alegando que le habían «robado la faja con una decisión amañada de los jueces que actuaron en esta interesante pelea».
Y hasta llegó a decir que «se retiraba del boxeo», amenaza que no cumplió tras llegar a un acuerdo para enfrentar a Pacquiao.
Analistas creen que Barrera, al aceptar un combate de desquite con Pacquiao, asume un mayor riesgo que el haber ido a una segunda riña con Márquez.
Márquez, quien también enfrentó a Pacquiao teniendo como resultado un empate -pese a que fue a la lona tres veces en el primer round-, se prepara para defender su corona el 15 de este mes ante Ricardo «Rocky» Juárez.
Refieren los expertos que Barrera vive sus últimos momentos de su exitosa carrera profesional…¡y que ante Pacquiao su proyecto de victoria es bastante remoto!
En todo caso, el combate se llevará a cabo y muchas interrogantes tendrán sus respuestas.
Mientras tanto, el dominicano Joan Guzmán había mostra el interés de enfrentarse a los dos.
Si Barrera pierde, probablmente el interés de Joan por enfrentarlo disminuiría, aunque es practicamente un hecho que el mexicano se retiraría del boxeo.
En estas circunstancia, el dominicano Joan Guzmán tendría que dirigir sus esfuerzos a enfrentar al filipino Manny Pacquiao.
Se sabe, sin embargo, que actualmente, Joan se prepara para su combate contra el mexicano Humberto Soto.