En pocos días se prevé que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, pise suelo dominicano, el marco de un gira que realizará el funcionario por varios países de la region, la visita ha provocado reacciones diversas entre los expertos en el área.

El politólogo Luis González, ve la visita con intenciones positivas para el país, por varias razones.

«La visita del septuagésimo segundo secretario de Estado de los Estados Unidos, el estadounidense de descendencia cubana, Marco Rubio, que además habla español y entiende la cultura latinoamericana mejor que otros estadounidenses» dijo.

Puedes leer: Marco Rubio estará en RD el 5 y el 6 de febrero, anuncia Abinader

«El hecho de que decida salir en su primera salida oficial como secretario de Estado, la tercera figura en el orden del Gobierno, después del presidente y del vicepresidente, su designación ya es un ejemplo y que decida venir a la región manda otro mensaje» precisó el catedrático al periódico Hoy.

1- Fortalecimiento de relaciones

Aseguró que la intención del presidente de la potencia anglosajona, no es «controlarla» o tener injerencia, sino, de reciprocidad y respeto mutuo con la República Dominicana.

«Reitero quizás ese es el mensaje de Estados Unidos que siempre trató a Latinoamérica, como su patio trasero»

2- Salida a la crisis de Haití

Recordó que Rubio anteriormente ya había tocado los puntos fuertes del país, sin embargo, subrayó la problemática de la crisis haitiana, que a su juicio será el tema neurálgico del encuentro.

«De ver como con la comunidad internacional en conjunto con Estados Unidos, se le busca una salida» dijo.

3– Narcotráfico

González agrega que otro tema importante a tratar será el flagelo del narcotráfico.

Asimismo el posible anuncio de nuevos proyectos, en el marco de la visita.

Entiende que la presencia del alto funcionario representa un reconocimiento «importante de la República Dominicana en la región».

Qué hay de China

El experto advierte que no lo único que no puede permitir el gobierno dominicano es «someterse a la presión de alinearse en contra de otras naciones como China».

En el caso de Panamá se opone a lo que declaran otros sectores «alarmistas», de que tomaría el canal, entiende «que nunca ejercería soberanía» sobre el punto de conexión marítimo.