Marcos Villamán, director del Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE), manifestó que en el país hay problemas éticos muy serios, y que en la administración pública hace falta que los controles funcionen adecuadamente.

Al hacer la afirmación, en el contexto de los programas que ejecuta la entidad para mejorar la transparencia del sector público, dijo que mediante la aplicación de la ley y la presión de la ciudadanía se puede lograr ese objetivo.

Estamos armando un observatorio oficial de leyes para poder dar cuenta de manera oficial de cómo se cumplen, entre estas las que tienen que ver con la transparencia.

Villamán, quien se refirió en esos términos en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, expresó que las normativas creadas para alcanzar la transparencia tienen en la cultura política dominicana su principal obstáculo.

Sin embargo, estamos haciendo esfuerzos para enfrentar eso vinculando la ética al ejercicio público y a la educación ciudadana, refirió.

Otro de los objetivos de CONARE es crear un verdadero estado de derecho en la República Dominicana, mediante el absoluto cumplimiento de la ley.

Hasta ahora pensamos que cumplir con la ley es una práctica de zoquetes, y muchos creen que lo que se debe hacer es violentar las normas.

Un plan piloto. Villamán explicó que la dependencia que dirige está apoyando un proyecto con el que se pretende mejorar el caótico tránsito de la ciudad de Santo Domingo.

Comenzar de lo particular a lo general implica, a más largo plazo, enfrentar otras problemáticas sociales, según sus declaraciones.

Ese caos es una oportunidad, porque se pueden transformar otras áreas, estamos concentrados en ese esfuerzo y tenemos mucho entusiasmo.

La utopía del Conare. A Villamán se le preguntó si no consideraba una utopía hablar de esfuerzos por alcanzar la transparencia en el gobierno, cuando precisamente hay entidades que niegan informaciones aunque tienen oficinas de acceso a la información pública.

En muchos países, cuando se aprueba una ley, se contempla un tiempo de aplicación de cuatro hasta diez años; eso indica que la ley promulgada no es automáticamente promulgada.

Sobre las oficinas de acceso a la información, el gran desafío es la calidad de los datos que se entregan, tanto de la parte financiera como de la misión de las dependencias, pero la utopía no es mala, sin esta no vamos a ninguna parte.

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Menos resistencia

Villamán planteó que los cambios culturales son difíciles de conseguir, sobre todo si están vinculados con la cultura política. Las transformaciones implican el surgimiento de ciertos niveles de resistencia, afirmó, al destacar que tanto la presión de la sociedad civil como la conciencia política de la ciudadanía, ayudan a que la clase política dominicana haga conciencia de que es conveniente hacer esos cambios.