El geólogo Osiris de León afirmó que el surgimiento de nuevas playas en la costa Norte, específicamente en Puerto Plata, Samaná y Monte Cristi, podría obedecer a la baja marea vinculada a la fase lunar vigente, o al movimiento de la placa tectónica de Norteamérica.
Además explicó que, en caso de que sea un movimiento tectónico no hay recuperación del suelo marino levantado, pero si es producto de la baja marea el mar volvería a su posición anterior cuando pase la fase lunar que está en curso que es el cuarto creciente.
“Por los lugares donde se ha producido el fenómeno que es tan extenso, desde Monte Cristi hasta Samaná, luce que el mayor componente es baja marea. Tan pronto la fase de la luna cambie, porque estamos en cuarto creciente, teóricamente el mar debe recuperar parte del nivel porque la atracción gravitacional de la luna sobre la tierra será mayor y ahí se produce la marea alta”.
Al hacer la observación precisó que para dar con las conclusiones definitivas de ese fenómeno natural habría que evaluar los datos que registran tres mareográfos instalados por la Oficina Nacional de Metereología (Onamet) y las informaciones que también maneja el Instituto Cartográfico Militar.
La semana pasada se reportó la aparición de una nueva playa en los acantilados de Pie Giorgio en Sosúa, Puerto Plata, otra en Las Terrenas, Samaná, y esta semana ocurrió una situación similar en la playa Buen Hombre, en Monte Cristi. Y ayer el mar se retiró nuevamente en varias áreas costeras de Puerto Plata.
En la zona temen que ocurra un maremoto por el cambio drástico de la marea, lo que fue rechazado por De León.
En ese sentido explicó que para que ocurra un Tsunami o maremoto debe originarse un terremoto de magnitud igual o superior a 7 grados en la escala de Ritchter, que tenga un epicentro marino y que sea de poca profundidad.
“Cuando el terremoto está en el mar y es de poca profundidad mueve el fondo marino hacia arriba, en principio el mar se retira pero instantáneamente entra a la zona costera, pero este no es el caso”.
Pánico en Puerto Plata. Ayer el pánico se apoderó de los residentes en la costa Norte ante el retiro sorpresivo del mar, ya que creen que ese cambio presagie una catástrofe de gran magnitud.
La marea por efecto de las fases lunares infundieron temor a muchos puertoplateños, luego que por diversos medios locales se dio la voz de alarma que el mar se había retirado y que esto se convertiría en un preámbulo para que se produjera un maremoto o tsunami, tesis que fue descartada por las autoridades de la Defensa Civil en esta ciudad.
El director provincial de la Defensa Civil, Wascar García, explicó que este acontecimiento natural “nada tiene que ver en lo absoluto con el estado atmosférico que impera en el país en las últimas semanas”.
García sostuvo que fenómenos de esta naturaleza ocurren en esta época del año, especialmente cuando se produce el cambio de estación, que por lo regular se lleva a cabo con las fases lunares que influyen en el aumento de las mareas y que suelen hacerlo hasta dos veces, tanto en horas de la mañana así como en la tarde.
Explicó que el retiro del mar varios metros no solamente ha ocurrido en Puerto Plata, sino que el fenómeno se reflejó en Río San Juan, Las Terrenas, María Trinidad Sánchez (Nagua) y en otros importantes destinos de la costa norte,
Sostuvo que esto se debió a la combinación de la fase lunar, lo que “llamamos “cuarto creciente y la marea del sol, lo que produjo de inmediato mareas muertas”, las cuales se originan cuando influyen en un ángulo de 90 grados la luna y el sol.
El director de la Defensa Civil en esta provincia observó que dependiendo del estado lunar la marea es viva porque provoca mucha agua, y muerta por la poca cantidad de agua. Incluso, dijo, el término técnico es “marea de cuadratura” y esto fue lo que precisamente se produjo en las primeras horas de este martes en la costa Atlántica.
El retiro del Océano Atlántico produjo gran temor en esta población turística, lo que conllevó a que grupos de curiosos se aglomeraran en el malecón para ver de cerca este fenómeno de la naturaleza.
En los balnearios playas Camacho, Long Beach, Marapica, Playa Dorada, Bergantín, Boca Nueva y Cangrejos se formó una franja de arena que facilitó que las personas caminaran varios metros mar adentro sin tener que mojar sus pies o calzados.